Córdoba vive hace más de un mes las consecuencias de grandes incendios que al día de hoy amenaza y destruye todo a su paso, y por eso, el "alerta amarilla" fue declarada por el Gobierno este miércoles. En este contexto ya son incontables las familias que sufrieron pérdidas y hasta vivieron tragedias a causa de las llamas.
José Monguilner es un sanjuanino que hace un año vive con su familia en Santa Isabel, en el Valle de la Punilla, a 10 kilómetros de Capilla del Monte. Es geólogo y permacultor y nunca sospechó lo que le iba a tocar vivir por el fuego. Es que cuando las llamas llegaron a la comunidad que ahora es su hogar, la tarea de lucha se apoderó de los vecinos en medio del miedo y la desesperación.
“Creemos que los incendios comenzaron detrás del cerro Uritorco y cruzó por el Cerro Pajarito, son zonas de personas que viven del bosque nativo, de ahí bajó hacia el sur entrando por el Valle de la Punilla que corre de norte a sur, y aproximadamente hace un mes se vino hacia la zona de Santa Isabel. Cuando tuvimos el fuego en las puertas de nuestras casas, en la mañana fue muy impresionante porque nevaba cenizas, el sol estaba muy rojo y estaba todo tan extraño que no se escuchaban pajaritos”, comenzó relatando José a Diario La Provincia SJ, aún conmocionado.
Si bien aún se desconocen las causas que originaron las llamas, algunas de las hipótesis que se manejan es que fue por el accionar imprudente de alguien que no supo controlar algún fuego hecho, o por la posible mano de ganaderos. “Era raro porque en el bosque las partes grises se veían violetas, eso fue en la mañana temprano y a las 4 de la tarde ya nos habíamos convertido todos los vecinos, junto con los bomberos, en brigadistas apagando el fuego. Usamos “chicotes” que se hacen con jeans usados, conseguimos mochilas de agua y combatimos conformando lo que ahora es la Brigada de Santa Isabel”, detalló el geólogo sanjuanino.
Y agregó con dolor en su voz, que “lo más triste de todo es que hace unos días falleció quemado el maestro de mi hija quien era brigadista. Estamos bien pero como familia pasamos las cosas más fuertes que vivimos en nuestras vidas. La zona quedó como una isla dentro de todo lo que está quemado, al día de hoy van 90.000 hectáreas quemadas”.
Es por eso que ahora, en consonancia con la idea de volver a llevar vida a las áreas quemadas, es que a José y la comunidad a la que pertenece, lanzaron un sentido grito de solidaridad a Cuyo. Piden a sanjuaninos y mendocinos que puedan donar nuevas plantas frutales para plantar en el lugar, y así volver a ofrecer alimentos a los damnificados por los focos ígneos.
“Tenemos un lema que es el minuto a minuto, eso nos sirve tanto para el trabajo que tenemos que realizar como también para nuestras vidas. Todos sentimos que es lo más fuerte que hemos vivido y que todavía no lo podemos digerir, estamos muy vinculados a lo que está pasando por eso generamos ideas y una de ellas fue generar un vivero comunitario de árboles nativos y la plantación de árboles frutales en los espacios comunitarios”, pidió.
"Las plantas frutales de Cuyo son buenas y esperamos que puedan donar para plantar acá, por el traslado no hay problema porque todo el tiempo se reciben elementos a través de viajes. Entendemos que es la forma, esto todavía no termina y también necesitamos que sigan donando todos los elementos que se necesitan para combatir el fuego", finalizó preocupado.
Para colaborar con José y la comunidad, solicita que se haga a los teléfonos 264 548 6890 y 264 410 2070 .
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