Laura Amado tiene 26 años, es madre de Pedrito de 4 años y está estudiando la Licenciatura en Archivo en la Universidad Nacional de San Juan, en la facultad de Filosofía Humanidades y Artes. Y aunque se prepara en una carrera relacionada con la administración y el manejo de documentos, su vida está atravesada por una labor de permanente servicio a la comunidad: es miembro de una ONG de búsqueda y rescate urbano.
Se trata de un trabajo voluntario, en él se prepara para rescatar personas en caso de desastre, ya sea natural o hecho por el humano, en casos de estructuras colapsadas.
“Nos manejamos con las guías Insarag de las Naciones Unidas. Hemos tenido encuentros de coordinación acá en San Juan, en el año 2016 y otro fue en Bariloche en el 2017, en los que hicimos estas coordinaciones por temas de rescate”, explicó la candidata a Embajadora por Rivadavia.
Son muchas las cualidades que debe reunir un rescatista, teniendo en cuenta que deben manejarse en situaciones de alto riesgo. Laura apuesta a la información como primera herramienta de un rescatista, teniendo en cuenta que San Juan es una provincia con mucha actividad sísmica.
“Mi idea como integrante de la ONG es concientizar a las personas en qué hacer en caso de terremoto”, destacó la joven que en su memoria mantiene latente el recuerdo de la Fiesta Nacional del Sol 2017 cuando en pleno recital del grupo Maná tuvo que poner en ejercicio su labor de evacuación.
“Eran como las doce de la noche y todavía no empezaba a tocar el grupo cuando se apagó la luz. La gente no veía nada, no sabía por dónde salir y había mucho barro. Lo que nos facilitó la evacuación fue el uso de linternas para sacar a la gente y por suerte no hubo ningún percance”, explicó.
El día que se presentó ante los sanjuaninos como aspirante a Embajadora de Rivadavia, lo hizo con el overol con el que trabaja en la ONG de Búsqueda y Rescate Urbano. “Aquel día expliqué lo que siento por el deporte y por mi hijo, lo que siento por la ONG y por Rivadavia. Simplemente demostré lo que verdaderamente soy, con ayuda de la municipalidad que nos dieron el taller de oratoria que nos permitió expresarnos y hablar en público”, destacó.
A Laura, le gustan mucho los deportes al aire libre como el trekking, correr y hacer kayak. A pesar de que son deportes de alto impacto y de gran esfuerzo físico le dan mucha “tranquilidad”. “Más allá de la salud que es importante, me aportan en la parte espiritual; esa parte positiva que da la naturaleza, yo la tomo como una meditación”, expresó la rivadaviense puntualizando que los motivos que la llevaron a postularse fueron su atracción por “los desafíos” y el amor que siente por su pequeño hijo: “mi hijo me motivó a superarme, es mi motor de todos los días”.
Esta nueva edición de la Fiesta Del sol propone un nuevo rol para las candidatas. La nominación de Embajadora pone en primer plano las cualidades intelectuales y relega la belleza superficial y los estereotipos. “Mostré lo que soy, lo que me hace feliz y lo que me hace bien. Creo que el cambio que hay entre Reina y Embajadora, no es fijarse en la belleza exterior, sino en la belleza interior. Es muy lindo mostrarnos tal cual somos, únicas”, finalizó.
