La historia sísmica de San Juan cada día agrega nuevas páginas y entre ellas, no sólo se destacan los terremotos más conocidos por sus devastadoras consecuencias sino otros menos populares pero intensos y las tan temidas réplicas, es decir los sismos que se registran después del movimiento principal y que suelen ser muy intensos. Eso ocurrió el 17 de enero de 1978, a casi dos meses del conocido como "terremoto de Caucete", de 7,5 y que se registró el 23 de noviembre de 1977.
De acuerdo a los registros históricos del Instituto Nacional de Prevención Sísmica, la réplica "fue sentida muy fuerte en toda la provincia. Produjo nuevos daños pero menores en el departamento Albardón. Alcanzó una intensidad de VI grados en la escala Mercalli". Ocurrió cerca del mediodía, a las 11:33 hs.
En ese entonces aún no se había logrado cubrir la decena de grietas que generó el terremoto de Caucete que literalmente "abrió la tierra" y se llevó la vida de más de 60 personas. Otra vez, el suelo se movió con violencia. El pánico se reavivó: las familias evacuadas porque sus viviendas habían quedado en ruinas en noviembre sintieron otra vez el miedo de perder lo poco que habían logrado conservar. Ninguna construcción en ese momento parecía segura.
En Albardón se resquebrajaron y derrumbaron paredes de las casas de adobe y hubo heridos; sobre todo quienes salieron corriendo sin rumbo, exponiéndose al peligro de caer y ser golpeados con objetos que estaban sueltos y se precipitaban al piso. Nuevamente había sido un sismo superficial y de allí, que se sintiera con violencia.
El miedo por un nuevo terremoto no se quedó allí, sino que la "onda expansiva" llegó incluso hasta Bahía Blanca donde el terremoto de Caucete se había percibido con mucha fuerza y desconcertado a toda la ciudad. Volvieron a entrar en shock por el nuevo sismo que, en duración, fue más breve e incluso se agolparon en las puertas del diario local en busca de saber qué había sucedido, recordó un artículo del medio La Nueva.
Tras la fuerte réplica, que se destacó entre los más de 140 sismos que ocurrieron después del terremoto, el gobierno sanjuanino agudizó las gestiones para recibir ayuda nacional para tratar de hacer frente a los inesperados caprichos de la tierra que se empeñaba en seguir imponiendo su fuerza.
