La estadística de consumo de drogas se modificó en San Juan en lo que se refiere a las peligrosas mezclas. Y es que superando a los adolescentes y los jóvenes, son ahora los adultos sanjuaninos quienes desde hace un año encabezan la lista de casos de adicciones a combinar alcohol con psicofármacos, entre ellos los antidepresivos. En ese período, aumentó la cantidad de pedidos de asistencia para dejar este cóctel que puede ser fatal.
El alcohol es lo primero que se consume a muy temprana edad y ello sucede porque bajo los efectos de esta bebida la persona realiza otras cosas ya que al tomarla el individuo se desinhibe, baja los mecanismos de defensa, de control y los límites. Precisamente por esto es que terminan accediendo a otras sustancias como la mezcla con fármacos o la cocaína y marihuana.
“Hace unos años a esta parte hay una mayor cantidad de chicos adolescentes que consumen alcohol y lo mezclan con psicofármacos de fácil acceso; los consiguen en cualquier lugar. Ese es el grave problema que se está viendo porque no sólo indican los medicamentos quienes debieran hacerlo, sino también otros médicos de distintas especialidades, más allá de que tampoco tienen un control en las farmacias ya que no sabemos cómo salen afuera sin receta. Esta es una alternativa para empezar con eso antes de consumir otra cosa debido a que es más económica que la cocaína”, explicó a Diario La Provincia SJ la psicóloga Marcela Delgado, quién cumple funciones en el Centro por la Vida.
La mezcla entre el alcohol y los psicofármacos es algo que se ve cada vez más no sólo en los adolescentes que lo realizan usualmente en los boliches, sino también en los adultos. Ello se debe a que las pastillas son de fácil acceso porque en ocasiones las sacan de su mismo hogar debido a que hay mucha gente adulta que usa medicación por casos de ansiedad, estrés, depresión, entre otros problemas de salud.
“A diferencia de otros años en los que teníamos consultas de adolescentes de entre 14 a 19 años, hoy en día está llegando gente más adulta que vienen de años de consumo. Llega mucho esa gente en un estado avanzado de estar tocando fondo. Tienen aproximadamente 30 años pero vienen consumiendo desde los 14 o 15 años, por ello se los ve en un gran deterioro y gran pérdida de familia, mujeres, hijos, trabajos. A esa edad están reaccionando y buscan ayuda”, añadió la especialista, quién manifestó que los adultos llegan por sus propios medios a pedir ayuda, a diferencia de los adolescentes que son llevados por los padres.
“Esto se da desde hace un año a esta parte que nosotros tenemos más pacientes adultos y pocos adolescentes, que siguen llegando pero en menor medida. El inconveniente con los adultos es que por ahí les cuesta hacer un tratamiento porque muchos ya tienen un trabajo y una familia de la que deben hacerse cargo. Tratamos de ir ayudándolos en base a su realidad económica y social. De todos modos llegan con mucha predisposición porque ya vienen padeciendo este problema de hace muchos años”, explicó la psicóloga, quién manifestó que hoy en día el diagnóstico es policonsumo debido a las mezclas que realizan.
“Acá en San Juan el consumo de alcohol es impresionante y nos cuesta trabajar con eso para que hagan la diferencia. Quienes se acercan llegan con un discurso de que quieren dejar de drogarse o consumir marihuana pero no quieren dejar de consumir alcohol, y eso es lo que no ven que bajo los efectos del alcohol realizan otras cosas. El problema es que está socialmente aceptado en todos lados”, aseveró Delgado, quien agregó que hay que reforzar las políticas públicas de prevención de adicciones, como así también la venta de medicamentos.
