Historia

Javier, el pequeño con un "brazo mágico" que teme ser desalojado y quiere trabajar para tener una casa digna

El chico tiene apenas 12 años y tiene un brazo realizado en plástico con una impresora 3D. Sueña con ayudar a su familia que recibió cartas documentos para ser desalojada.
lunes, 13 de enero de 2020 00:00
lunes, 13 de enero de 2020 00:00

Un ejemplo de lucha y perseverancia. Estudioso. Muy humilde. Pese a su corta edad demuestra que todo se puede y que los objetivos se cumplen con trabajo. Javier Zárate es un pequeño pocitano de tan sólo 12 años que nació sin la mitad de su brazo y gracias a una asociación obtuvo su mano con una prótesis hecha con impresión 3D. Ahora sólo sueña con trabajar para tener su casa digna.

Javier nació sin parte de su brazo y era imposible que su familia, debido a los escasos recursos económicos, pudiera ayudarlo con una prótesis. Fue así como unos vecinos colaboraron en cumplir su primer sueño. A través de las redes se contactaron con la asociación Te doy una mano, de Buenos Aires, y no dudaron en ayudarle de forma gratuita.

Para tener su mano derecha el chico, acompañado de su mamá Lorena Barboza, se trasladó a Mendoza donde obtuvo su mano a medida y con los colores que él mismo había seleccionado. Reinaba el naranja en honor a su ídolo de dibujos animados, Goku

“Estaba muy feliz con mi brazo. Con mi primer brazo y con el de ahora (hace dos años le entregaron el primero y ahora le enviaron otro por su crecimiento ya que son a medida). Yo quería andar en bici y trabajar para ayudar a mi mamá para tener nuestra casa”, manifestó Javier emocionado. A su lado estaba sentada Lorena, que recibió a Diario La Provincia SJ en su hogar. Se trata de una mujer que lucha junto a su esposo cada día con lo que le depara su vida y escasa economía. Su esposo es changarín y trabaja junto a su hijo mayor de 16 años para poder llevar el pan a su casa y mantener a sus 10 hijos cuyas edades varían de los 2 a los 16. 

La casa, ubicada en Ruta 40 y 8, es muy humilde, de adobe con nylon. La puerta es de cortina de telas plásticas. El baño es una letrina. No tienen agua potable por lo que el municipio les provee todas las semanas con un camión con agua para poder mantenerse. De hecho en cada lluvia o viento fuerte deben reforzar el techo para que no se vuele o no se lluevan. El dilema de la familia es que no tienen dónde vivir ya que ese lugar es de los dueños de la finca en la que alguna vez fueron caseros, pero ahora han recibido una carta documento y los desalojarán. Es sólo una cuestión de tiempo de que la familia se quede sin un techo. Ante esta adversidad, Javier quería su mano para trabajar y ayudar a su familia a tener una casa. 

“El es un chico que se propone objetivos. Después de tener su mano, de la que está muy feliz y fue un gran cambio en su vida, se propuso ser del cuerpo de bandera. Es muy buen alumno y fue del cuerpo de bandera y la portó en alguna ocasión. Este año iniciará la secundaria y él está muy feliz de estudiar. Ése será el porvenir de él y sus hermanos”, manifestó la orgullosa madre con lágrimas en los ojos. Los chicos asisten a la Escuela Urquiza que está a dos kilómetros de su hogar, a la que asisten caminando. 

¿Qué te gustaría estudiar? Fue la pregunta a lo que Javier respondió que le gustaría ser jugador de fútbol, pero claro inmediatamente hay otro impedimento ya que no posee una escuelita de fútbol cerca (no tiene dinero para ir más lejos) por lo que se conforma en jugar en los tiempos libres con sus amigos en el campito. 

Aparte de ello, el pequeño ayuda en las labores del hogar ya que es el quinto hermano de los diez. Barre, riega y ayuda con la mesa. Luego confiesa que se baña sólo, se cambia, hace su desayuno o merienda. Asegura que cuida mucho su brazo ortopédico ya que lo usa sólo en ocasiones y se lo saca cuando va a correr peligro de romperse porque es de plástico.

Este brazo, que llegó de la mano de Gerónimo y Guillermo Cabrera que están a cargo de la asociación Te doy una mano que es de Buenos Aires, le cambió la vida al pequeño y le devolvió la sonrisa y las ganas de seguir adelante en su lucha que ahora nuevamente se ve empañada al ver la preocupación de los padres por no contar con una casa digna para él y sus hermanos. 

 

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