La adoración a María bajo la advocación de los Desamparados nació en el Siglo IV en Valencia, España, y recién en el siglo XVIII, precisamente en 1740 se conoció en San Juan gracias a la evangelización y construcción de su capilla en el Paraje de Puyuta, actualmente Desamparados, en el límite de Rivadavia y Capital.
Lo que hoy es la Basílica Menor declarada así por el Papa Benedicto XVI, en 2008, tiene una pesada historia ya que a lo largo de años, rebeliones políticas en San Juan, terremotos y hasta un gran incendio, la llevaron a tener que levantarte más de una vez.
En este escenario, el templo aún guarda, a la vista de todos los fieles, imágenes y detalles de lo que fueron los anteriores templos al actual, frente a la icónica plaza.
El Padre Mario Robles, actual párroco de la Basílica contó y mostró a Diario La Provincia SJ, los elementos que representan no sólo años de historia, sino también el apoyo de los fieles, que lejos de sólo asistir al templo, se vieron involucrados en cientos de oportunidades.
La imagen más antigua es la de la Virgen de los Desamparados, traída desde Valencia, España, por los jesuitas en su evangelización, alrededor de 1748. La imagen soportó dos terremotos, un incendio en la Iglesia y hasta el incendio de su propio manto durante la procesión de 1950. Actualmente se encuentra en el ingreso de la Capital de Adoración a la izquierda del Templo.
Al ingresar a la Basílica, el ala izquierda se lleva todas las miradas de los fieles y visitantes ya que allí se ubican, emplazadas en la pared, las puertas originales del templo que cumplieron su función hasta el 15 de enero de 1944, cuando el terremoto lo desplomó.
El portal tiene aproximadamente 2,40 metros de altura por 3 metros de ancho, y está hecho de un sobrio roble. sus talladuras representan distintos temas. La primera muestra una tiara, un báculo, una cruz, un misal dos llaves grandes, y un rosario. El segundo, una cruz, una estola y una Biblia que descansa sobre el Decálogo y una rama de olivo.
El tercer tema, la pasión. Y por último, una hostia, un cáliz, dos corazones (el de Jesús y María) rodeados por una corona de espinas y atravesados por un puñal.
Pero las puertas no son el único elemento que muestran la historia de la Basílica, ya que, en el ala derecha y también entronizado en la pared, se encuentra una atrapante talladura en mármol de la última cena. La misma estaba en el altar mayor antes del terremoto de 1944 y por los daños, no sufrió rotura alguna.
La imagen se encuentra realizada en mármol de Carrera, perteneciente al Altar del Sagrado Corazón de Jesús del antiguo Templo Parroquial, y bendecido en el año 1931.
Por el mismo pasillo se encuentra una gran escultura del Calvario. La misma fue bendecida por el Excmo. Obispo de San Juan de Cuyo, José Américo Orzali, el 17 de enero de 1915.
Otra imagen data de antiguas épocas y representa justamente Nuestra Señora de los Desamparados, benedica por el Obispo Juan Marcos Zapata, durante las Fiestas Patronales, el 13 de noviembre de 1932.
Sin dudas llegar hasta el templo no sólo permite un momento de Fe, sino también un paso por la atrapante historia de San Juan alrededor de su creencia religiosa.
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