Historia

Carlos, el custodio de San Cayetano que acompaña a los fieles desde hace más de 30 años

Carlos Avendaño es definido por sus compañeros como "el custodio" de la capilla que recibe año a año a miles de fieles. Él ofrece su ayuda permanente a todos los creyentes católicos.
miércoles, 7 de agosto de 2019 19:00
miércoles, 7 de agosto de 2019 19:00

Carlos Avendaño pasó casi la mitad de su vida ofreciendo su trabajo a San Cayetano. A él le agradece los dones recibidos con más trabajo. Sus compañeros en la capilla lo definen como "el custodio" del santo patrono y él con una sonrisa asegura que el grupo es grande y cada uno tiene su función.

Este miércoles, caminó tranquilo y atento a cada detalle mientras que dentro del templo, miles de fieles pedían por las fuentes laborales y otros agradecían por no estar desocupados. A metros de donde estaba todo el movimiento, él se encontraba en la cocina asistiendo a las decenas de mujeres que trabajaban pensando en el almuerzo para los más necesitados.

"Somos muchos los grupos de mujeres y hombres. Cada uno tiene su función. En la cocina de San Cayetano funciona el comedor donde se le da de comer a 250 chicos. El comedor tiene un subsidio pero como la situación se puso difícil, a veces no alcanza para los 24 días que funciona esto", comenzó explicando Carlos a Diario La Provincia SJ.

Para que el comedor pueda dar ayuda a cientos de personas, no solo se trabaja con el subsidio sino también con la solidaridad de los vecinos. Es que hasta allí llegan donaciones de mercadería y ropa que luego es redireccionada para ayudar. "Si algo falta en el comedor se trae de eso. A la vez se reparte en bolsas a los que necesitan", agregó destacando que el comedor funciona de lunes a viernes de 8 a 14 horas.

Carlos ofrece su ayuda a la comunidad desde hace más de 30 años. Recuerda que cuando él empezó a ofrecer su colaboración, la capilla contaba con vecinos de cuatro o cinco barrios que eran los que estaban cerca del lugar. Sin embargo con el correr del tiempo, éste "creció mucho" y hoy no solo se suman cuatro lotes hogares sino que además hay 20 barrios nuevos.

"Nos vimos en la necesidad de hacer esto nuevo porque la capilla no daba lugar para tanta gente que venía. Antes los domingos teníamos la capilla que nos faltaba espacio y la gente se quedaba afuera. Ahora con esta nueva, está llena", expresó.

Este templo depende de la iglesia de Santo Domingo pero se hace a "pulmón" con el esfuerzo de muchos miembros de la comunidad que ayudan a que se vaya levantando y terminando la obra. "Nos falta el cielo raso, porque como tenemos el techo de chapa no se escucha bien el sonido. Después tenemos que terminar el frente y hacer el campanil para que tenga más vista la iglesia y el revoque", agregó.

Ante esto, Carlos pidió a San Cayetano "que nos siga dando fuerza para continuar con esta obra porque hay mucha gente que trabajó y ya no está y hay muchos trabajando para dar lo mejor a la comunidad".

 

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