Ícono de alegría, diversión y amores. De eso se trataba el trencito del Parque de Mayo, aquel que recorría el pulmón verde de San Juan en medio de risas, música e inolvidables compañías.
Fue inaugurado en 1964 en la Feria Nacional del Vino y la Industria, marcando así varias generaciones, hasta que en 2004 fue sacado de su vía, cuando por última vez unos pocos afortunados pueden contar que tomaron su último pasaje.
Sin embargo, quienes lo disfrutaron por años nunca perdieron la ilusión y en reiteradas oportunidades iniciaron una campaña para su regreso, y aunque mucho “movieron”, la respuesta no fue la que esperaron.
“El nuevo proyecto de remodelación del Parque de Mayo, que contempla el espacio clásico, a diferencia de la ampliación que se inaugurará próximamente, no contempla la refuncionalización del trencito, de hecho lo único que quedan son sus rieles, por lo que ya no volverá a existir”, confirmó a Diario La Provincia SJ, Marcelo Yornet, director de Arquitectura de San Juan.
Y agregó que “en el proyecto no está contemplado que vuelva el trencito o la calesita, y hasta el momento, ningún otro juego o atractivo. Se sabe que hicieron pedidos para su vuelta en varias oportunidades pero actualmente no es factible”.
Así, el sueño y la esperanza de muchos sólo quedarán reducidos a los recuerdos, que por más antiguos que parezcan, todavía guardan su particular melodía, la que era escuchada en casi un kilómetro de recorrido.
Su historia
La remodelación propuesta para el Parque de Mayo, por el arquitecto Walter Correa, que se llevó a cabo entre 1946 y 1965, indicó en sus planos el ensanche del lago a las medidas que tiene actualmente y con la tierra de la excavación se hizo la loma existente construyéndose además una perforación para extraer agua semisurgente.
En este mismo gran marco de obras, se colocaron las vías del tren y su locomotora sorprendió a todos. El trencito quedó inaugurado en 1964, cuando San Juan fue sede de la Feria Nacional del Vino y la Industria con una exposición de vinos, productos regionales y maquinarias, a orillas de la calle en pequeños stands.
Si bien por algunos años no funcionó, lo cierto es que lo hizo hasta 2004 cuando una mañana y a la vista de todos, una gran grúa sacó su locomotora y cada uno de sus vagones, después de que se registraran varios hechos de inseguridad en el lugar.
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