Historia

Miguel, el trompetista "novato" que atrapa la atención de todos en el centro sanjuanino

Miguel Gorini toca la trompeta en diferentes lugares del centro para recaudar dinero para poder vivir y seguir su viaje por Argentina. Conocé su historia.
lunes, 19 de agosto de 2019 00:00
lunes, 19 de agosto de 2019 00:00

Tiene 50 y hace cinco años decidió "patear el tablero" y dejar la monotonía de la vida diaria y de la rutina para "empezar a vivir". Miguel Gorini nació en Buenos Aires pero desde hace poco tiempo decidió ser un trovador y con su trompeta transita las provincias de la Argentina cautivando a los peatones que circulan atrapados por la cotidianeidad. Hoy lo hace en pleno centro sanjuanino, donde la gente que pasa no duda en agradecerle su música con uno que otro billete.

Parado en avenida Libertador, a metros de General Acha, con las manos cubiertas con guantes pero que dejan al descubierto sus dedos, saca la trompeta y cierra los ojos, entrando a un mundo que sólo él conoce. Luego se concentra y los acordes comienzan a fluir. Hasta ese momento la gente transitaba concentrada en lo suyo, algunos incluso sin mirar a los costados. Pero con la música fluyendo, el ritmo de los peatones comienza a cambiar y la retribución es casi inmediata.

"Me encanta esta provincia, acá la gente te para, te habla, te cuenta, no es como lo distante de otras ciudades", comenzó expresando Miguel a Diario La Provincia SJ, y luego agregó: "Buenos Aires es un infierno, no por el tema seguridad porque no es como dicen pero es un infierno, por la locura que se vive allá, no aguanto y es agobiante".

El primer viaje de Miguel a San Juan se dio hace cinco años cuando viajó en bicicleta por ruta 40 de norte a sur. En esta provincia hizo una escala de dos meses, mucho más que lo que le dedicó a otros puntos del país, porque acá se sintió cautivado por su geografía y su gente.

"Toda la vida fui un trabajador normal pero hace 5 años decidí hacer la ruta 40 desde Ushuaia, luego decidí tocar la trompeta para sobrevivir. Empecé de forma autodidacta porque toda la vida quise ser trompetista, siempre fui frustrado en eso y de grande dije no voy a morir sin saber tocar la trompeta. Junté unos pesos, me fui al Bolsón y me dije 'de acá tengo que salir tocando' y así fue", expresó.

Antes de llegar hasta esta instancia de su vida, se dedicó a trabajar con una productora de video y filmaciones propia y también se desempeñó como seguridad en bares. Sin embargo eso no era lo que quería para su vida y se decidió a dar ese paso tan difícil de dejar todo de lado e iniciar un nuevo camino, en soledad.

"Sentí que había una nueva vida que yo no conocía. Desconocía que se podía vivir de otra manera, de la manera que vivía siempre esperando llegar a fin de mes y pagar el alquiler. No sabía que podía ser feliz de esta forma, lo fui aprendiendo a los golpes. Esto es duro pero vivo ahora de la trompeta", agregó.

En San Juan lo enamoró la confluencia de ser "una ciudad con sus recursos pero al mismo tiempo hay idiosincrasia de pueblo y naturaleza cerca". En la provincia está hace dos meses y vive en una carpa en el camping de Rivadavia. Acá se quedará "hasta que se vaya el frío". Es decir, piensa en octubre seguir su camino pero esta vez por la Huella Andina en el sur. 

"El Bolsón y San Juan son las dos ciudades que elijo. Son lugares diferentes pero son igual de hermosas. Seguiré por la Huella Andina que es ideal para trompetistas, son 500 km haciendo caminando por la senda. Paso por San Martin de los Andes, Villa la Angostura y Bariloche", finalizó confesando que extraña a sus amigos, familiares, hermana y hasta a las ex esposas pero no así a Buenos Aires. 

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