Historia

El "cura de la liberación", que impuso sus manos en los vecinos de un barrio de Santa Lucía y generó desmayos

Miguel Ángel Santurio pasó por San Juan en numerosas oportunidades, en una de éstas revolucionó todo un barrio con oraciones de sanación y liberación. Recordá su historia.
martes, 13 de agosto de 2019 00:00
martes, 13 de agosto de 2019 00:00

Caía el atardecer y la fe se vivía intensamente. Un barrio tranquilo, con poco movimiento, se había convertido en un verdadero templo al aire libre con personas que se acercaron desde diferentes puntos del departamento y todos movilizados por un mismo fin: recibir la imposición de las manos para la "liberación de los males" físicos como espirituales. 

El hecho se dio en el barrio Alberdi de Santa Lucía allá por el 9 de mayo del 2015. El hecho impactó a la provincia y hasta hubo un comunicado del Arzobispado aclarando quién era aquel cura, el padre Miguel Ángel Santurio. Después de aquel día, volvió varias veces a San Juan. Ésta es la historia de un cura querido y a la vez rechazado por la sociedad.

La ceremonia religiosa no distaba mucho de cualquiera que tuviera origen Católico Apostólico Romano. Sin embargo no pertenecía a esta línea religiosa y cuando se daba la última bendición, venía la etapa de sanación. Aquel sábado de otoño nadie se movió de sus lugares y él empezó con las palabras de invocación e imposición de manos. El revuelo se apoderó de muchos de los presentes a través de las lágrimas y algunos gritos que se escuchan en el lugar con la esperanza de curar las dolencias y enfermedades... incluso sanar el cáncer a través de una oración.

Durante su paso, la gente se desesperaba por recibir su bendición. Se organizaron en fila y lo esperaron con botellas con aguas e incluso acercaron saleros y envases de aceite que él bendijo cuando se acercó a ellos. Al momento de la imposición de las manos surgieron situaciones que asombraron a todos los presentes. Es que muchos de ellos cuando Miguel Ángel puso sus manos, cayeron de espalda "como una tabla" y él pidió que se los deje "descansar" hasta que pudieran recuperarse.

Un caso de todos estos fue el que realmente sorprendió. Una joven de 30 años al momento de recibir la imposición de las manos, cayó desplomada al suelo. El padre pidió que la dejaran unos minutos tranquila y en ese momento empezó a tiritar en el piso como si tuviera una convulsión. Luego se levantó de golpe y empezó a gritar. El cura le puso las manos y volvió a caer al piso pidiendo encontrarse con su hermano más chico. En ese momento, una mujer que iba con ella dijo a los presentes que ese hermano había muerto hacía poco tiempo en un accidente de tránsito. 

"Creo que tendré que hacer una liberación", dijo Miguel Ángel ante el asombro de muchos de los presentes que empezaron a cuchichear que la chica estaba poseída. Al terminar la imposición, la chica se levantó tranquila, tomó agua y siguió su camino abrazada a la mujer que la acompañaba.

Tiempo después de aquel día, Santurio le brindó una entrevista a Diario La Provincia SJ y entre otras cosas destacó que su paso por San Juan comenzó hace muchos años, cuando era romano, y se definió como carismático.

A continuación 3 preguntas

¿Por qué lo echaron de la Iglesia Católica Apostólica Romana? 
Dentro de la Iglesia Católica Apostólica Romana sufrí una gran cantidad de persecuciones, calumnias y sufrimientos. Las calumnias fueron tales que decidí abandonar la Iglesia Romana y ser parte de la Ortodoxa, de lo cual hacía muchos años que era amigo de los curas. Cuando me fui salieron a decir que me habían echado pero en realidad me fui yo mucho antes.

Hay muchos que creen que lo que usted hace no es real...
No crean simplemente en mi palabra. Vengan y vean cómo la gente se salva. Muchos vienen con dolores físicos y espirituales y verdaderamente se van renovados y liberados. El amor de Dios hoy más que nunca se está derramando en el mundo. 
 
¿Es verdad que entrega oraciones que curan el cáncer?
Sí porque hay esperanza y liberación. Hay dos cosas, una es la oración de sanidad que le hago y otro es un remedio natural que ha hecho un sacerdote que está en Oriente y que yo vi una infinidad de gente sanarse, que le diagnosticaron metástasis y se sanó. Como la mujer de hoy que me dijo que tenía cáncer en los huesos, que el año pasado le dijeron que iba a quedar paralítica y hoy me mostró los estudios y está sana. En esos estudios antes salía el cáncer en los huesos y después de la misa de sanidad, el cáncer ya no estaba. Esto no es obra mía, yo no sano a nadie. Antes de que yo pusiera mis manos ya había sanado a 138 personas, se sintieron verdaderamente sanados y sus dolencias físicas habían desaparecido.

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