Historias

Trabajadores queridos del Centro Cívico: 4 historias que emocionan

Desde hace años que dedican su tiempo a trabajar en distintas dependencias del mayor edificio público de la provincia y hoy son imprescindibles. Conocé sus historias.
domingo, 11 de agosto de 2019 20:42

Alrededor de 7 mil personas trabajan diariamente en el Centro Cívico, pero pocos de ellos suelen ser conocidos masivamente por los sanjuaninos. Sin embargo, estos miles de "desconocidos" son fundamentales para que los organismos funcionen.

Diario La Provincia SJ habló con cuatro de estos "queridos invisibles", quienes contaron un pedacito de su historia.

Stella Illanes- Control Operativo


En el primer subsuelo, entre el núcleo 1 y 3, se encuentra la oficina de Control Operativo. Es el corazón del edificio ya que ahí trabajan quienes prenden las luces cada día, manejan la correspondencia de todos los ministerios y por supuesto, se encargan de que todo funcione. 

Stella ingresó al Centro Cívico con 24 años y, tras más de una década, continúa con su labor. Aunque muchos no la conocen personalmente, probablemente su teléfono sea el más recordado por todos los trabajadores. "Me gusta el lugar en el que estoy porque es una repartición muy diferente. Tenemos contacto con todas las áreas y hacemos de todo un poco ya que manejamos todo lo que tiene que ver con el edificio. Somos los que abrimos las puertas para que todos puedan ingresar a trabajar", señaló orgullosa.

Su historia de vida es muy dura y sin embargo siempre intenta ponerse en el lugar del otro. "Me gustaría que la gente comprenda que detrás del escritorio hay una persona, que también padece problemas. Soy sobreviviente del cáncer. Muchos  días no tenía carta médica y venía a trabajar igualmente con una sonrisa en la cara", recordó. 

Su trabajo empieza a las 6.30 de la mañana y sin importar la hora en la que la molestes, Stella se caracteriza por tener un trato muy amable. "La gente a veces tiene mal catalogado al empleado público. Desde mi punto de vista acá hay mucha gente que tiene excelente predisposición para resolver todos los problemas. Quien quiera ver cómo es nuestro trabajo, es bienvenido", sentenció.

Livio Perosa - Jefe de la División Estadística del Ministerio de Hacienda 


Pese a que siempre se imagina el mundo de los números como algo estricto y hasta algunas veces aburrido, en la División Estadística reina el buen humor entre los compañeros de trabajo. Al frente de esta división trabaja Livio, quien ingresó a la administración pública hace 45 años. 

"Estuve 10 años en Catastro, desde el 85 en Hacienda. En esa época había que trabajar, en mi caso trabajar con el viejo. Pero siempre me gustó mucho dibujar por eso rendí para entrar en Catastro. Tuve la suerte de ser uno de los primeros y entrar como dibujante. Los números son otra cosa que me gustan y siempre fui muy responsable. Se trabaja con toda la recaudación diaria así que es un trabajo de mucha responsabilidad porque un centavo, a veces, hace la diferencia", manifestó.

Luego de tantos años dedicados al servicio público, pronto se acerca la hora de decir adiós. "Me faltan 10 meses para jubilarme, pero todavía no tengo en claro qué es lo que vendrá después. Me encantaría poder descansar, viajar y estar en la casa haciendo tareas. Voy a extrañar el trabajo, después de tantos años acá tengo muchos conocidos y amigos". 

No le gusta mucho hablar sobre sí mismo, sin embargo decide resaltar uno de sus valores fundamentales. "Nunca me llevé ni un lápiz", sentenció.

Sara Mendoza - Atención Primaria de la Salud en el Salud Pública


Trabaja desde hace 38 años en la administración pública. "Comencé en el Hospital de Barreal como agente sanitario, es una parte del equipo de salud que hace visitas domiciliarias haciendo relevamientos. En 1985 se trasladó a la Capital e ingresó como administrativa del Ministerio de Salud Pública, cargo que ocupa desde entonces, ahora en Atención Primaria de la Salud".

"Siempre digo que soy una bendecida porque me ha tocado trabajar con gente muy buena que no se guardó nada a la hora de enseñarme. Ahora soy una de las mayores y trato de hacer lo mismo con los demás. En este lugar es fundamental el trabajo en equipo y la buena atención al cliente. Acá son todas profesionales y nunca me hicieron sentir menos. Agradezco el haber trabajado en lo que me gustaba", expresó entre lágrimas de emoción mientras es abrazada por su compañera. 

Ramón Alfonso Bustos - Teneduría de Libros del Ministerio de Gobierno


Con 40 años en la administración pública, y a poco de jubilarse, es uno de los más experimentados de la cartera. "Comencé a trabajar en el Obrador Central que está en Av. España y Arenales en 1982, después pasé a la Dirección de Arquitectura que antiguamente estaba en el edificio 9 de Julio, luego estuve una década en el Archivo General de la Provincia y ahora trabajo en el Departamento Contable del Ministerio de Gobierno", comenzó. 

Estoy por cumplir 65 años y me parece que ya es hora de dejarle mi lugar a los jóvenes que tienen un mayor manejo de las tecnologías. Acá he pasado más tiempo que en mi casa, somos una familia. Ya me estoy despidiendo porque a fin de año me jubilaré. Al futuro hay que esperarlo, no anunciarlo, así que todavía no sé qué haré cuando llegue este momento, pero seguramente lo que más extrañaré será a mis compañeros", aseguró.


Un edificio no solo se construye de ladrillos, también está compuesto por personas que día a día le dan vida a este lugar que desde hace muchos años dejó de ser un "monumento al cemento". 

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