Protagonistas de la historia

Eclipse total de Sol: Manuel y una venta de comida récord en Bella Vista

Manuel es portero de una escuela rural y los fines de semana hace pollos al paso. Gracias a que Bella Vista es el mejor escenario para el Eclipse Total de Sol, este día tendrá un récord en recaudación y la alegría se expresa en su rostro.
martes, 2 de julio de 2019 17:06
martes, 2 de julio de 2019 17:06

De lunes a viernes es portero de la escuela hogar de Bella Vista donde todas las semanas llegan al lugar 8 niños a estudiar en la primaria. Los fines de semana su actividad pasa por la venta de pollos, chivos y empanadas al paso. Precisamente esto es lo que decidió hacer Manuel Mondaca este martes a metros del ingreso a la casa de sus padres, pero esta vez potenciado al máximo. Lo hizo sabiendo que en este día, el gran flujo de turistas por el eclipse iba a ayudar con las ventas.

Manuel tiene 48 años, nació y fue criado en Bella Vista. Con su señora, dos hijos y nietos, los fines de semana se unen en la actividad del parripollo al costado de la calle. Allí ubican una pequeña mesa con una taza con chimichurri y al lado el techo parrillero. Todos ahí cumplen una función y hacen que el trabajo en equipo sea la fórmula para llevarlo adelante.

"Hace muchos años que hacemos estas comidas. La gente cuando pasa nos compra. Solemos vender 50 pollos y este martes hasta el mediodía vendimos alrededor de 100 y vamos a seguir haciendo todo el día", explicó el hombre que trabaja de lunes a viernes en la escuela rural Miguel Cané. 

Para Manuel y su familia "Bella Vista es uno de los pueblos más hermoso que hay" y en el verano es "uno de los más lindos de San Juan". Pese a las dificultades para trabajar en época de nevadas, especialmente en la humilde escuela, su amor y arraigo a la zona hace sentir que es imposible salir algún día de ahí.

"Al pie de la cordillera es mucho hielo y frío. Es muy difícil vivir y trabajar pero estamos acostumbrados. Hay que trabajar, no importa donde sea y hay que estar agradecido a eso. Como portero soy muy feliz, cada minuto que paso por esos pasillos me lleno de satisfacciones", agregó el hombre que al hablar hace ademanes con las manos reflejando cómo se "agranda el corazón" con el rol que ocupa en la escuela. 

Pero este martes es distinto y especial. No hay clases en las escuelas y el foco estuvo puesto en disfrutar el eclipse en familia. En su caso, el disfrute eso va de la mano del trabajo con el parripollo. Para toda la familia el eclipse es algo que "inyectó" mucho movimiento. Desde fines de junio se empezó a generar confluencia de turistas de diferentes partes del mundo e idiomas, que no solo movió la economía sino enriqueció las experiencias con el diálogo.

"Esto es increíble, algo nunca visto. Es un pueblo chico que nos conocemos mucho y con mucha seguridad. No hay robos y no es como en otros lugares. Todo esto que nos está pasando es maravilloso pero no se si nos gustaría que fuera así siempre", finalizó mientras se prepara para seguir con la venta de pollos y así aprovechar al máximo cada minuto del mediodía.

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