La comunidad Huarpe de Aguas Verdes espera con ansias que se termine la capilla en la zona de Lagunas de Guanacache, en el departamento Sarmiento. Allí, se honrará una historia de fe y de amistad: la que unió al santo Cura Brochero y al rebelde sanjuanino Santos Guayama.
Solo queda la última fase para que pueda ser inaugurada y con ello, se abra la posibilidad que allí, en un lugar tan simbólico como desértico, se genere un nuevo polo de fe y también, se movilice la economía de los puesteros. De acuerdo a lo que detallaron los integrantes de la agrupación "Amigos de Brochero", quienes han sido gran motor del proyecto, a Diario La Provincia SJ, "esta capilla es una manera también de visibilizarlos. Ellos aceptaron a Brochero entre ellos y trabajaron para levantar las paredes y dejarla casi lista. Tuvimos la colaboración del municipio para que abriera huella para llegar hasta allá porque es un lugar muy difícil pero confiamos que una vez que se pueda visitar la capilla, se mejore el acceso".
Sólo en camionetas es posible llegar allí y en el trayecto hay dos puestos de Pinkanta y uno de la familia Díaz. Los puesteros "le pusieron el hombro a la obra, con el cacique José Díaz, y esperamos tenerla lista para alguna de las próximas fechas brocherianas importantes como la de su beatificación. El municipio de Sarmiento aportó los ladrillos y el cemento. Sólo nos queda llevar el techo que fue donado por el metalúrgico José Torres, que tiene promesa con Brochero, y también nos donó la puerta. Todo es muy seguro para que pueda resistir a las características de la zona. En una caravana, en la que necesitamos tres camionetas, podremos trasladar lo que nos queda hasta allá", señalaron.
La historia señala que Cura Brochero logró convertir a Santos Guayama y precisamente, una réplica de una pintura que muestra al santo cura gaucho bautizando al sanjuanino es la que estará en la capilla. Perseguido intensamente por el gobierno, por numerosos robos que, de acuerdo a lo que marcan las versiones, realizaba a "los ricos para darle a los pobres", tras una desatada guerra por el agua de las Lagunas en 1862, Guayama fue apresado y fusilado.
Para Brochero, fue uno de sus grandes dolores ya que trató de conseguirle un indulto pero sólo logró una promesa del presidente Roca que no se cumplió. Su protegido, que tanto había colaborado para que levantara una de sus grandes obras que es la casa de Ejercicios Espirituales en Córdoba, no logró conocerla. Por eso pidió que le hicieran esa pintura, para recordarlo.
Hoy, la fe hizo que uno de los sobrinos nietos de Santos Guayama fuera uno de los albañiles de la Capilla en Lagunas de Guanacache y que otros descendientes pudieran conocer la casa de ejercicios espirituales de Brochero, dando cierre a ese sueño inconcluso.
Galería de fotos
