Historias

¡Feliz día!: son padres sanjuaninos jóvenes y aseguran que es lo mejor que les pasó

Apenas habían dejado de ser niños cuando se enteraron del "positivo", hoy festejan junto a sus pequeños, orgullosos de tenerlos.
domingo, 16 de junio de 2019 19:59
domingo, 16 de junio de 2019 19:59

No hay una edad ideal para ser padre y ellos lo demuestran. Recién alcanzaron la mayoría de edad cuando se enteraron que una nueva vida venía en camino, un pequeño bebé que cambiaría para siempre su propio destino. 

En este día tan especial, Diario La Provincia SJ dialogó con tres papás jóvenes quienes contaron cómo es la paternidad a tan temprana edad.

Agustín González
Tiene 22 años, y desde el año pasado es el orgulloso papá de Federico Thomas. "Es maravilloso ser papá. Cuando me enteré me reemocioné. Esperé varios meses antes de contarlo, y a los primeros que se los dije fue a mis papás que me apoyaron muchísimo", comenzó. 

Agustín y Federico.

Del otro lado de la puerta de maternidad, también se pasan muchos nervios. "Recuerdo que el día que nació, me llama la madre desesperada que tenía contracciones. Yo estaba redesesperado también, no sabía que hacer tenía unos nervios terribles. Llamo ahí no más a mi mamá y nos pasó a buscar. La madre del gordo tenía muchos dolores y cuando llegamos al hospital la internaron inmediatamente, con muchísimas contracciones. Eso ocurrió alrededor de las 15.00 de la tarde y tenía que esperar a que llegara el doctor hasta las 18. ¡Qué manera de sufrir la madre, estaba muy desesperado!. A esa hora ya no tenía fuerza la madre, aparte el gordo defecó adentro de la panza entonces la llevaron rapidísimo a cesárea".

Pero finalmente, llegó la noticia tan esperada. "Tenía mucho miedo pero tenía fe que iba salir todo bien. Pasaron 30 minutos y un señor que estaba en el quirófano me dice quedate tranquilo salió todo re bien, ¿no escuchás como llora?. Me emocioné muchísimo abrazando a mi tía a mis viejos", sentenció.

Nahir Samat
Es barrealino y tenía 20 años cuando se enteró que su pequeño Augusto venía en camino. "Ella tenía un retraso así que fuimos a hacer los análisis. Cuando vimos el positivo me quedé un poco en shock y empecé a imaginarme cómo iba a ser la paternidad. Queríamos ser padres, pero más adelante. Ese mismo día le contamos a nuestros viejos. Mi mamá se largó a llorar y me dio un abrazo, me apoyó mucho toda mi familia".

Puro amor entre Nahir y Augusto.

Los partos a veces tienen un gusto agridulce. "Fue el mejor y al mismo tiempo el peor día de mi vida. La pasé muy mal. Lo tuvimos en el Hospital Rawson, no me dejaron entrar a la sala de partos y estuve 12 horas sin saber absolutamente nada. Empezó en trabajo de parto en la madrugada, volamos hasta el Hospital de Barreal, pero nos mandaron en ambulancia hasta San Juan. La internaron y me dejaron desde las 7 de la mañana a las 7 de la tarde en ambulancia. Cuando me dejaron pasar, ella estaba en una camilla en un pasillo. Ella se largó a llorar porque las enfermeras le dijeron que por su culpa había nacido mal", recordó con bronca.

El pequeño Augusto creció fuerte y sano.

Afortunadamente, Augusto solo necesitaba un poquito más de tiempo para que sus pulmones se terminaran de desarrollar. "Estuvo internado 9 días. Me acuerdo patente cuando me hicieron pasar y él estaba todo conectado. Me sentí muy mal, fue muy fuerte porque estaba todo pinchado y no lo pude levantar. Me largué a llorar desconsoladamente", contó con dolor. "Cuando finalmente pude alzarlo fue una sensación hermosa, no conozco nada más lindo que eso. Era el fruto de nuestro amor, y éramos responsables de todo. En ese momento me cayó la ficha y mi vida tomó el rumbo que necesitaba tomar", sentenció.

Leonardo Salinas Carrizo
Tiene 25 años, y fue papá por primera vez a los 19. Ahora es el orgulloso padre de dos varoncitos, Santino Benjamín de casi cinco años, y Mateo Valentín de tres. "Al principio me costó adaptarme un poco, pero todo en la vida se aprende. Entré al quirófano cuando nacieron los dos. Fue una experiencia muy linda. ¡Lástima que no me dejaron grabarlo! Igualmente lo tengo como un video en mi corazón".

Leonardo prefiere preservar el rostro de sus hijos, pero muestra con orgullo un dibujo que le hicieron.

Aunque asegura que el primer pañal costó un poco, hoy son la luz de su vida. "Lo más lindo de ser papá es llegar a casa y verlos. Sus sonrisas, salir, disfrutar de su compañía. Son lo más lindo que nos puede pasar en la vida. Podés haber tenido muchos problemas en el trabajo, pero llegás y ellos te cambian el día al 100%. El más grande ya va al jardín. Recuerdo que le explicamos y le dijimos que no tenía que llorar y resulta que se quedó solo tranquilito y al otro día nos pedía que lo volviéramos a llevar".

Finalmente, deseó lo mejor para sus futuros. "Espero para ellos una vida sana, que sean alguien en la vida, que estudien. Quiero que aporten muchas cosas hermosas, que tengan y den lo mejor", sentenció.

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