Dar la vida por segunda vez. Así lo sintió Nadia Caballero, una joven sanjuanina de 27 años, quien necesitó un trasplante de riñón debido al Lupus, enfermedad vive con ella, y lo recibió nada menos que de su madre.
"Estamos muy bien y estoy contenta porque retomé mi vida, todo lo que yo quería. Volví a mis estudios, a trabajar y muy feliz. Hace seis meses nos sometimos a la operación juntas, cuando pienso en eso tengo un encuentro de emociones. Por un lado estaba feliz ya que mi mamá se animó a una operación con muchas consecuencias, y eso también hacía que tuviera miedo que le fuese a pasar algo, si había algún inconveniente me iba a sentir culpable", contó entre risas y frente a su madre que la miraba emocionada, Nadia a Diario La Provincia SJ.
Las dos rezaron y confiaron en la otra y consideraron un milagro cuando supieron que ambas son compatibles en el tipo de sangre ya que no siempre esta posibilidad se da entre padres e hijos.
"Dios me dio la dicha de poder ayudar a mi hija, primero el tema de la compatibilidad, después mi estado de salud aunque con mi edad estoy en perfecto estado (bromeó). Dios puso todo en el camino para que este trasplante pudiera realizarse, estamos muy contentas. En el momento en que el doctor dijo que los riñones de Nadia funcionaban mal, le aclaró que debía comenzar a buscar un donante, yo le dije 'acá lo tiene, no tiene que buscar'", recordó Mónica Cornejo, mamá de Nadia.
Esa decisión les llevó pasar por muchos estudios y tiempo de preparación antes de la cirugía, pero hoy ya disfrutan de llevar de forma normal sus vidas, sin dolor y acompañándose una a la otra.
"Hoy trabajo como maestra de nivel primario en una escuela de la localidad de Quinto Cuartel, en Pocito. Quiero terminar la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Educación y ya me puse en marcha, ya volví a la facultad", aseguró Nadia con una gran sonrisa.
Y agregó que "los primeros tres meses después de la operación fue tediosos ya que fue un periodo de adaptación del nuevo riñón en mi cuerpo. Tuvimos que tener cuidados extremos en cuanto a la limpieza, alimentación y a la hora de salir a la calle; tenía controles médicos cuatro veces a la semana pero todo resultó bien".
Por último su madre agregó que no le pudo pasar nada mejor que volver a darle la vida a su hija, verla realizar sus proyectos y seguir adelante con la enfermedad, que actualmente y debido a la operación, se encuentra controlada de forma pasiva.
"Es importante que así como hija pasó por muchos tratamientos hasta llegar a un trasplante, eso también le pasa a familias que tienen Lupus en San Juan, por eso creemos y pedimos en una mejora del sistema de salud para que cada vez pasemos por menos necesidades", finalizó.