Día del Trabajador

Juan de Dios Acosta, cuando el trabajo se conjuga con una pasión

Por las mañanas es conserje de la Facultad de Ingeniería. Por las noches, trabaja como instructor de boxeo.
miércoles, 1 de mayo de 2019 10:37
miércoles, 1 de mayo de 2019 10:37

Por las mañanas es conserje de la Facultad de Ingeniería. Por las noches, trabaja como instructor de boxeo. Juan de Dios Acosta, fue campeón sanjuanino y argentino de box, y hoy su vida laboral pasa por entrenar a varias promesas del deporte para lucirse en el cuadrilátero. El club Julio Mocoroa y el Estrella Junior lo ven trabajar duro con la mirada puesta en este objetivo.

Fue sparring y amigo del gran Nicolino Loche, unos de los púgiles más rápidos y habilidosos que tuvo la Argentina.  Aprendió su estilo y lo enseña a sus jóvenes pupilos, sobre los que sueña con verlos triunfar. “Entreno sin cobrar nada, lo hago por gusto, porque el boxeo me encanta y me gusta entrenar a los chicos”, asegura a Diario La Provincia SJ.

En el club Mocoroa, los boxeadores entrenan duro, cada uno tiene su rutina personal, dependiendo del nivel deportivo, las competencias o el tiempo que llevan ahí. Pero todos comparten algo especial: esas ganas de subirse al ring a guantear con Juan de Dios. Todos saben, que él tiene un estilo boxístico de alta calidad y que trata de transmitirlo con fidelidad. 

“Les enseño a todos, pero siempre que se acercan las competiciones trato de guantear más, dentro del ring, con los que van a pelear”, explica el maestro de box y agregó: “siempre es bueno subirlos al ring a guantear, así van aprendiendo a moverse en el cuadrilátero, porque acá adentro es donde más se aprende”. 

El legendario entrenador cuenta sus objetivos, mientras descansa en una esquina del ring. Está guanteando con un joven riojano de 17 años, que según Acosta, “lo enviaron para aprender y ya está casi listo para mandarlo de vuelta”. 

El entrenamiento está cargado de acción, ambos púgiles se mueven por ese añejo cuadrilátero de piso de madera; el joven golpea con fuerza las manos del entrenador que están cubiertas por manoplas; Juan de Dios, le marca los errores y le pide que ejecute las combinaciones que ensayaron antes. “¡Muévase a la izquierda, agáchese, para atrás, salga, abajo, arriba, cúbrase y después derecha, más fuerte, con más potencia!”, son algunas de las indicaciones. 

Es entrenador de varios boxeadores que han competido en categorías importantes, uno de los más conocidos es “El Bebe” Zardines, quien fue campeón sudamericano en su categoría. Juan de Dios, espera que su jubilación en la universidad salga pronto, porque sueña con llevar a Zardinez a boxear a nivel internacional, quizás a Qattar.

Su historia
Juan de Dios vivía en San Juan, pero en un momento de su carrera quiso pegar un salto de calidad y se fue a vivir a Mendoza para entrenar en el gimnasio de Don Paco, que también entrenaba al legendario Nicolino Loche. “El entrenador me vio boxear un día y notó que mis habilidades eran buenas y que podía ser un buen saparring para Loche”, recordó Acosta.

De la mano de Nicolino, peleó en varios lugares, él de semifondo y Loche de fondo. De esta manera conoció el Luna Park a finales de los 70, una época que es considerada de oro para el boxeo. “Todo Buenos Aires, se paraba para ver boxear al Nicolino”, enfatizó el sanjuanino.

En cuanto a cómo eran las preparaciones de la leyenda del box, Acosta trajo a la memoria que, “en los entrenamientos, el rendimiento de él era muy bajo comparado con lo que hacía arriba del ring. Tenía mucha habilidad, pero sobre el ring y ante el público, esa habilidad la practicaba de a poco en el gimnasio y se ponía a tono. Cuando estaba listo Don Paco le conseguía peleas, por supuesto internacionales y daba unos espectáculos espectaculares”.

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