Este domingo, es de fiesta en la gruta de Cura Brochero, en El Salado, Albardón. Como cada cuarto domingo de mes, el padre Javier Zabala, de la parroquia Santa Bárbara de ese departamento celebrará la Santa Misa y cientos de fieles se concentrarán para mostrar su devoción al santo argentino. Y es que desde que se entronizó la imagen, la primera en llegar a San Juan, y en especial, desde que se halló a Benjamín Sánchez en las cercanías, tras estar perdido en el campo por 24 horas, los sanjuaninos asisten a ese lugar con la fe que solo sabe despertar el Cura Gaucho.
"Llegamos a tener hasta 1500 visitantes y en promedio, entre 300 a 400 por misa. Eso hace que hagamos las mejoras que se puedan. Sobre todo, despejar lugar para que se pueda estacionar y procurar que haya más sombra y reparo. Se forma una comunidad muy fraterna porque quienes van a misa a la gruta, después se quedan a compartir un almuerzo o merienda allí e intercambian sus historias; qué los llevó a ir o sobre todo, a no dejar de hacerlo", destacó Omar Páez, quien es fiel devoto de Brochero junto a su familia y promueve la gruta. A través de un perfil de Facebook, recibe decenas de mensajes de fieles y por supuesto, muchos le consultan cómo llegar al lugar.
La primera imagen de Cura Brochero que llegó a San Juan fue entronizada allí en el 2013 por gestión del sacerdote Andrés Riveros, un ferviente brocheriano. El lugar fue elegido por un grupo de gauchos que lo usaba de paradero para descansar camino a Mogna, ya que ahí hay parte de una construcción de una casa de adobe. Está ubicada dentro de un predio privado y en comodato. Eso llevó a que se hagan mejoras en la gruta pero no otras construcciones porque en algún momento deberán trasladarse a otro lugar. "El techo está a nuevo, gracias a donaciones y la hermoseamos permanentemente. Era una tapera y ahora, un lugar de fe. Colocamos una ramada en el frente que también nos donaron, sobre todo para que haya sombra", contó Omar.
Asegura que se multiplican los testimonios de fe de sanjuaninos que hablan de sanaciones intercedidas por Cura Brochero; incluso hay quienes afirman haber sentido la presencia del Cura en momentos críticos de salud. "Respetamos cada una de las historias y sabemos, porque nuestra fe así lo asevera, que él es un gran intercesor ante Dios que es quien obra los milagros. Su labor ni se detuvo nunca y hay una gran predilección por los niños, en especial. Sin embargo, también ha estado junto a adultos pero son los que menos se animan a compartir lo que vivieron. No obstante, siempre hay algo que en algún momento los motiva a hablar", señaló.
Y sin dudas, que Benjamín, de solo 5 años, fuera encontrado sano y salvo, tras una intensa búsqueda en la zona impulsó la devoción. "Pasa el tiempo y se conocen más detalles de lo que vivió el niño. Estamos convencidos que Cura Brochero lo acompañó. Su mamá viene a las misas que realizamos aquí y eso habla de los agradecida que está y también, segura que el santo cuidó de su hijo. Los que creemos, sabemos que no hay otra explicación", destacó Omar.
Ahora, en la previa de una nueva misa, recuerda cómo fue que él y su familia se pusieron al servicio de la fe. "No teníamos idea que esto nos iba a tocar. Participamos no solo de las misas sino de colaborar en llevar el poncho brocheriano a enfermos y personas que lo necesitan; que saben de su intercesión milagrosa. Es sólo decir sí a esta misión, a esta devoción y dejarse llevar. No quedarse quieto como era Brochero que, estamos seguros que si viviera, hubiera reemplazado su burro por una moto enduro para cruzar los campos y llegar a todo aquel que lo necesitara".
"El viejo de la bolsa"
El rescate de Benjamín Sánchez recorrió el país. El niño logró superar el intenso calor y más de 24 horas sin hidratarse en el desierto de El Salado y Las Salinas, en Albardón. Cuando fue encontrado, fue trasladado rápidamente al hospital Rawson donde fue atendido por médicos que pudieron detectar que tenía "una leve deshidratación", no tenía heridas de consideración y lo que sorprende aún más, había logrado caminar y correr por más de 21 kilómetros.
Sin embargo no solo eso sorprendió, sino que una vez que se encontró con su familia contó que "el viejo de la bolsa no es tan malo". Así lo contó su hermana, Victoria Zurita quien detalló: "le tiene mucho miedo al viejo de la bolsa. Es la técnica para que se duerma pero me dijo 'el viejo de la bolsa no es tan malo'... capaz que vio algo o se sintió acompañado con alguien".
Benjamín tiene 5 años y su historia recorre por estas horas el país. El niño logró superar el intenso calor y más de 24 horas sin hidratarse en el desierto de El Salado y Las Salinas, en Albardón. Cuando fue encontrado, fue trasladado rápidamente al hospital Rawson donde fue atendido por médicos que pudieron detectar que tenía "una leve deshidratación", no tenía heridas de consideración y lo que sorprende aún más, había logrado caminar y correr por más de 21 kilómetros.
Sin embargo no solo eso sorprendió, sino que una vez que se encontró con su familia contó que "el viejo de la bolsa no es tan malo". Así lo contó su hermana, Victoria Zurita quien detalló: "le tiene mucho miedo al viejo de la bolsa. Es la técnica para que se duerma pero me dijo 'el viejo de la bolsa no es tan malo'... capaz que vio algo o se sintió acompañado con alguien".
Ante esto, comenzaron a entretejerse muchas hipótesis pero hubo una que se trazó más seguido en los comentarios vertidos en las redes sociales: "¿no será el Cura Brochero?".
El pequeño había sido encomendado a este santo por miles de sanjuaninos y a partir de lo ocurrido muchos hilaron la posibilidad de que haya sido así.
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