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Conmovedora reflexión de la hermana de Benjamín: "no pospongamos a los seres queridos"

Guadalupe Zurita escribió un extenso mensaje de agradecimiento a quienes ayudaron a encontrar al pequeño y relató todo lo que sintió.
miércoles, 20 de marzo de 2019 08:19
miércoles, 20 de marzo de 2019 08:19

Guadalupe Zurita es hermana de Benjamín Sánchez, el pequeño del que habla el país tras sobrevivir 24 horas en el desierto albardonero. En las redes sociales destacó todo lo que sintió cuando se enteró de lo que pasaba: desde culpa a miedo a no verlo nunca más.

"Me sentí completamente desahuciada en dos momentos: al subirme a una lomada y ver toda la arena, pero no a mi hermano, y al ver llorar a mi mamá por, al rezar, pronunciar una plegaria de Benja: "San José, juega con nosotros". Pero en esos dos instantes, personas me estuvieron acompañando, en el primero un policía y en el segundo una trabajadora social y amigas de mi mamá, a los que les agradezco no haber permitido que me derrumbe. Estaba abrazada a mi mamá y hermana cuando escuché a todos gritar porque habían encontrado a mi hermano, solo pude llorar y abrazar a no recuero quién, fue el momento más feliz y deseado de mis 20 años", señaló un párrafo de su extenso mensaje.

"Solo me salía llanto. Llanto de emoción, de agradecimiento, y también de tranquilidad por tener otra oportunidad. 
¿Oportunidad de qué? De jugar una vez más con Benjamín. El día antes de desaparecer me pidió jugar, lo hice un ratito y con desgano porque tenia que estudiar. Pensé "después de rendir juego". Cuando estaba desaparecido, me torturaba pensar que ese "después" quizás nunca iba a existir. Capaz, tampoco, nunca iba a poder comprarle un Ferrero Rocher (a los que les llama bombito) que le prometí que le iba a regalar, pero siempre me colgaba. Me arrepentí y sentí culpa por los momentos en los que me quejé de cuidarlo y en los que lo rechacé por estar con un celular, por no tener ganas de jugar, por hacer nada, o por estudiar. O también me sonaban en la cabeza esos retos innecesarios que le hice solo por estar idiota, los comparaba con el abrazo que me dio esa última vez que nos vimos al verme llorar", confesó.

Y resaltó, además de agradecer a quienes colaboraron para que Benjamín esté sano y salvo junto a su familia: "cuento esto para enseñarles que no siempre tenemos segundas oportunidades, que no siempre podemos cumplir lo que dejamos para mañana. No pospongamos a nuestros seres queridos por cosas superfluas que pueden hacerse en otro momento. Hoy, gracias a toda la gente que se preocupó por Benjamín, puedo estar tranquila por tenerlo conmigo y poder darle amor y corregir mis errores".

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