Nicolás Aguiar es un joven sanjuanino que en los últimos años se ha destacado por su pasión por la diplomacia. Viajó de intercambio a Estados Unidos como becario de la embajada e incluso estrechó la mano de Barak Obama en su visita a la Argentina.
Cursó su secundario en el Colegio Central Universitario, en donde se hizo fanático de los modelos de las Naciones Unidas. Con el paso de los años su interés por la multiculturalidad creció y al egresar decidió estudiar la carrera de Relaciones Internacionales en Rosario.
Hace cinco meses le llegó una nueva oportunidad y decidió no desaprovecharla. El gobierno británico lanzó un concurso para estudiantes de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, que consistía en responder "¿Por qué me gustaría conocer a mis vecinos de las Islas Malvinas?". Con un video, Nicolás convenció al jurado y se hizo acreedor de un viaje de una semana en las Islas.
Tras la experiencia, dialogó con Diario La Provincia y relató algunas de las vivencias. "Fue una experiencia increíble, la más importante de mi vida. El trato fue siempre excelente. La gente fue amable y respetuosa conmigo y con los estudiantes de Brasil, Chile y Uruguay. Estoy particularmente agradecido con la familia de isleños que me alojó en su hogar. Eran muy abiertos y cariñosos", comenzó.
El concurso había generado polémica, y Nicolás no sabía con qué panorama se iba a encontrar al llegar. "Inicialmente temía que mi presencia pudiera generar algún enojo, pero creo que si uno visita las Islas con una actitud de mucho respeto, obtiene respeto por parte de ellos también. Incluso fui de noche a los bares (a pesar de que me habían advertido que, siendo argentino, intente evitar ir), y ahí sí encontré isleños que me admitieron que odian a los gobiernos argentinos. Pero aun así, pudimos charlar e intercambiar opiniones. Afortunadamente hay personas que, a pesar de la disputa, se dan la oportunidad de conocernos".
A casi cuatro décadas del conflicto bélico, todavía es algo que tienen muy presente. "Creo que lo que más me impactó fue ver cómo, 37 años después, la guerra sigue tan presente. En una de las montañas donde hicimos trekking, hay restos de unas cocinas que utilizó el ejército argentino. También vimos restos de helicópteros argentinos derribados por el ejército británico. Y hay zonas a las que no se pueden acceder porque hay peligro de que haya quedado alguna mina explosiva activa".
Algo muy importante para un país es su cultura, y en las Islas no hay presencia argentina. "No encontré ningún producto argentino en el supermercado. Sí hay productos uruguayos y chilenos, pero la mayoría vienen de Europa. Es llamativo que cuando compran un producto por internet, deben esperar varias semanas hasta que llegue en barco, y los costos de flete son muy elevados".
En las Islas viven 3200 personas de más de 60 países, por lo que es común escuchar gente hablando español. Sin embargo, continuamente expresan su deseo de pertenecér al mundo inglés. "se pueden ver carteles pegados en la ciudad o en los vehículos que hacen referencia al deseo de los isleños de ser británicos. No conocí ningún isleño que me haya manifestado el deseo de ser argentino, como así tampoco, conozco argentinos que piensen que las islas deben ser británicas. En este sentido, noto bastante unanimidad".
Pese a haber conocido la realidad del día a día de los isleños, Nicolás está seguro de su posición frente al conflicto. "Este viaje me abrió la cabeza en varios aspectos, pero sin embargo, mi postura de soberanía argentina sigue firme. Creo que nuestros argumentos jurídicos son muy fuertes. Además, sería inconstitucional que un gobierno argentino abandone el reclamo, por lo que no me quedan dudas de que la Argentina continuará buscando recuperar las islas, conforme a los principios del derecho internacional", sentenció.
