Este lunes, un hombre de 72 años salió a reclamar a la plaza 25 de Mayo para que saquen la prostitución de la zona céntrica de calle Caseros entre avenida Córdoba y 9 de Julio. El hombre es abuelo y se cansó de ver travestis en su vereda ofreciendo servicios sexuales. En este escenario denunció que hay un baldío que fue cerrado con chapas, a donde ingresan las trabajadoras sexuales con sus clientes y luego quedan los vestigios de eso: preservativos desparramados en el lugar.