Con una inversión importante en cuanto a los montos de las cuotas y la regularidad de pago, muchos sanjuaninos se enfrentan a un verdadero dolor de cabeza cuando tienen el derecho de acceder a su auto cero kilómetro, pagado a través de planes de ahorro a empresas nacionales y a concesionarias. Eso, sumado al cobro de seguros por parte de tarjetas de crédito ligadas a bancos, encabezan los reclamos en la dirección de Defensa al Consumidor.
"En este sentido, orientamos legalmente a todos los que nos hacen llegar su denuncia. Lo que sucede es que los contratos con esas empresas se firman sin haberles explicado en detalles a los futuros adjudicatarios las licencias que tienen durante la vigencia. Es decir que pueden hacer subas en las cuotas de acuerdo a los parámetros que se fijan, teniendo en cuenta la inflación real y la probable, y que pueden tener demoras en la entrega de los vehículos. Entonces, se respaldan en eso y los sanjuaninos se dan cuenta de lo que firmaron cuando les interpretamos el contrato", señaló el titular de área, Elías Álvarez a Diario La Provincia.
Destacó que en los planes de ahorro tuvieron aumentos desmedidos, porque cada empresa tiene su "fórmula particular" y algunas cuotas por vehículos no tan costosos, ya se asemejan al alquiler de un departamento de 2 habitaciones en el Gran San Juan. "Hay quienes pasaron de pagar $4000 a $9000 o $10.000 y les faltan al menos 2 años para terminar con las cuotas. Eso también les dificulta reunir el dinero para licitar. La gente no sabe lo que firma hasta que se encuentran con una situación casi imposible de afrontar económicamente", destacó.
A ese reclamo, le siguen los seguros que se cobran a través de tarjetas de crédito nacionales, ligadas a bancos. "A veces, la gente compra algo y les ofrecen un seguro mediante una explicación no tan clara. Entonces, muchos entienden que esa compra está asegurada por un determinado tiempo de manera gratuita y después se encuentran en el resumen con que solo les cubría un mes o tres y deben pagar casi $1000 sólo en seguros, cuando ven el resumen. Otros, les "aparecen" como beneficios por ser clientes pero nunca los pidieron o como no los aceptaron tras ser ofrecidos en llamadas teléfónicas, las empresas los dan por aceptados".
En esos casos, se inician reclamos ante las entidades recaudadoras que "se resuelven ágilmente y se gestiona también el reintegro de lo pagado".
Esos ítems desbancaron al histórico ocupante del primer lugar que eran los reclamos por mal servicio de telefonía celular (o las dificultades para cambiarse a planes más económicos) y de Internet. Debido a que es más fácil migrar de una empresa a otra, muchas veces son los mismos consumidores los que logran cerrar un trato conveniente.
