Milo es un integrante más de la familia Martinez, que vive en Rivadavia. A todos conquistó con su espíritu juguetón que los obliga a estar alertas ya que siempre busca la manera de hacer una travesura. Esta vez, una de ellas casi le cuesta la vida y se convirtió en un "milagro" que ahora pueden contar.
"Es un boxer atigrado que tiene la habilidad de saltar la medianera y se escapa. Cuando nos descuidamos, lo hace sobre todo para acompañar a los niños que juegan en la plaza. Entonces, cuando salimos de la casa, lo atamos a una correa larga para que camine pero no se vaya. Cuando se nos perdió fue porque estamos haciendo un contrapiso en el fondo de la casa y no lo atamos en la noche. Nos confiamos porque la maniobra que hace para irse, la repite para volver solito", señaló Roberto Martínez a Diario La Provincia.
Para amargura de la familia, Milo no estaba en la casa cuando se levantaron ayer por la mañana. Empezaron entonces a difundir su foto por las redes sociales y en cuanto grupo de animales perdidos pudieron. En eso, "una vecina llamó a mi esposa para decirle que otra vecina se había ido caminando hasta el barrio Meglioli, hasta la UCC, donde estudia y el perro la siguió. Sin embargo, vio que cuando ella entraba a la universidad, el animal cayó al canal", relató.
La angustia fue en aumento al enterarse de esa desgracia. "Quería saber si era nuestro perro, si se había ido de la casa. En eso, mi esposa empieza a buscar si alguien había publicado algo sobre Milo y se encontró, a las dos horas, con que lo habían rescatado del canal en Ignacio de la Roza y Meglioli. Tuvimos la suerte de ver las fotos. Yo sabía que un señor, que se llama Carlos, vendía TeleKino ahí y él lo tenía. Fui a buscarlo en cuanto pude", expresó.
El reencuentro estuvo lleno de emoción aunque, como era de esperarse, Milo está estresado por lo que le tocó vivir. "Está asustado pero bien; ya está con nosotros. Es parte de nuestra familia y estamos muy agradecidos a quienes lo ayudaron", sentenció.