Entrevista

Esposo de la mujer asesinada en Pocito: "quiero que el asesino se pudra en la cárcel"

Eduardo relató cómo fue la vida de su mujer amenazada por el ex sobre el que caía una perimetral.
martes, 19 de febrero de 2019 00:00
martes, 19 de febrero de 2019 00:00

El dolor se conjuga con la bronca. Se le llenan los ojos de lágrimas, respira profundo y sigue hablando. Eduardo Martínez era esposo de Myriam Morales, la mujer asesinada a puñaladas en Pocito el viernes pasado. El hombre trató de mantenerse alejado de las declaraciones pero este lunes rompió el silencio. Quiere que se haga justicia y que el criminal de su mujer caiga preso de una vez. Su paradero es desconocido, nadie sabe dónde está y por eso permanece intacto el temor de que vuelva a agredir, esta vez a otro miembro de la familia.

"A los jueces le pediría justicia, por la memoria de mi señora y porque tiene que ser así. Creo en la justicia y espero que se haga justicia. Al asesino no puedo pedir nada, que se pudra, porque  personas así no sirven en la sociedad. son las manzanas podridas. Mi mujer era una gran persona, luchadora, buena madre, buena compañera y buena esposa", aseguró Eduardo a Diario La Provincia SJ.

El hombre relató que de su esposa se separó un tiempo y ahí fue que lo conoció al presunto agresor, un albañil con quien mantuvo una breve relación de dos meses. Luego, por diferentes hechos de violencia, ella decidió dejarlo y volver con su esposo con quien tenía un hijo de 15 años de edad. Esto fue lo que el presunto asesino no toleró y por eso comenzó a hostigarla.

"La restricción perimetral estaba desde agosto del 2018, cuando tuve un inconveniente porque él la acosaba, la amenazaba. A raíz de eso hicimos denuncias y a través de la Comisaría de la Mujer se hizo la denuncia y el juzgado impuso la perimetral pero a toda la familia, porque todos estábamos amenazados", señaló Eduardo subrayando que "él no se aguantó el 'no' de ella" y que volviera a la casa reanudando la relación de toda la vida.

Según señaló, primero fueron amenazas leves, que "pensara bien" y volviera con él. Pero al ver que era un 'no rotundo' empezaron las amenazas. Hasta que amenazó al hijo de Myriam, un niño de 15 años de edad. A partir de ahí fue que decidieron recurrir a pedir ayuda a la justicia con una restricción perimetral.

Desde que la justicia intervino, el hostigamiento comenzó a mermar y ya Myriam y su familia pensó que no molestaría más. "Hacía mucho que no pasaba nada. Incluso pensamos que por la perimetral ya había entrado él en sus cabales. Hasta que pasó esto", agregó.

El trágico día

Eduardo contó cómo fueron las últimas horas de Myriam con vida. Por declaraciones de la secretaria de la escuela donde iba su hijo, esa mañana ella fue a la institución educativa, alrededor de las 10 de la mañana, para inscribir al niño. La secretaria le dijo que tenía que volver esta semana para hacer la inscripción con el dinero y los papeles.

"Luego de eso se habría ido de la escuela rumbo a la casa y aparentemente a la vuelta de ahí pasó esto. Mi suegro la encontró entre 12 y 12.30, cuando terminó de trabajar. Igual yo, fue cuando llegué entre 13 y 13.30. Llego del trabajo y veo que estaba cortada la calle, que habían muchos patrulleros. Me imaginé un accidente pero nunca esto me imaginé que se habían llevado por delante algo", relató ese duro momento.

Al ver tanto movimiento, Eduardo se acercó a un vecino para saber qué pasaba y ahí éste le dijo que había un problema con su mujer. Le pidió que esté tranquilo y le dijo que a ella la habían apuñalado. "En eso había visto que pasaron dos ambulancias. Entonces pensé que se la llevaron al Hospital Rawson pero mi vecino me dijo que estaba muerta en la casa de mi suegro", relató con lágrimas en los ojos sin poder creer el desenlace que se dio.

Nunca dudó que él la mató y por eso le dió la perimetral a la policía para que empezaran a buscarlo.

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