Desde hace 58 años, Casa Cuna es un lugar al que asisten niños que, por algún motivo, han sido separados de su familia por la justicia. Además, por un convenio con el Hospital, también funciona como guardería para los hijos del personal.
Se mantiene gracias al aporte, en parte, de sus socios y de quienes desinteresadamente les acercan donaciones. Pero desde hace un tiempo planean expandirse y poder asistir a más pequeños.
"Tenemos el proyecto de ampliar la casita agregando una habitación para tener mayor capacidad de alojamiento, y otra para que tengan mayor privacidad los papás que van a ver a los niños", contó a Diario La Provincia Mariana Gil, vicesecretaria de la institución.
Precisamente porque albergan a chicos que están en condiciones de vulnerabilidad, es que necesitan un espacio que les permita tener privacidad. "Hay chicos que por algún motivo han sido separados de sus papás, por decisión judicial, pero los siguen visitando. También hay casos en los que han sido separados definitivamente, y comienzan una vinculación para la adopción de sus nuevos papás", agregó la voluntaria.
Ya se han realizado algunos eventos a beneficio, pero todavía les falta comprar materiales. "Venimos planificándolo desde hace un año y medio y poco a poco hemos ido avanzando y comprando materiales. Tenemos hierro y cemento, pero necesitamos de todo", explicó.
Por ello les piden a los interesados en colaborar, que lo hagan llevando dinero o materiales por la casita (ubicada en el predio del Hospital Rawson). Otra opción es donando a la cuenta que tienen en Ruiz Olalde ya que es la empresa que les brinda un precio preferencial. También está la opción de una donación a través de transferencias o mercadopago (ver aquí la página web oficial que explica cómo hacerlo).
