Con mucho entusiasmo, vieron cómo el camión con cajones y bolsas de verduras llegaba por fin marcando el inicio de un proyecto muy esperado. Y es que desde que surgió la idea, no pararon hasta cumplir el sueño de abrir la verdulería solidaria "San Roquito", la nueva iniciativa de la Asociación Civil Campito San Roque.
Consiguieron una balanza y convocaron a chicos que no tienen un trabajo estable para darles la oportunidad de tener un ingreso. A su vez, reunirán fondos para avanzar con el proyecto del refugio para animales callejeros que serán adiestrados para acompañar a personas con discapacidad o ser animales de compañía. "Sentimos gran emoción al abrir nuestra verdulería. Trabajaremos con pedidos que se distribuirán en Caucete y después, llegaremos al Gran San Juan cada semana. Ahora estamos gestionando ir hasta 9 de Julio, para los carnavales, para ofrecer bolsones de verduras", destacó Silvina Rey, referente de la Asociación.
La verdulería tiene de todo; se nutrirá con donaciones de voluntarios y personas comprometidas con el proyecto y de todos aquellos que quieran sumar su aporte. Por ejemplo, se necesitan bolsas de todos los tamaños para poder armar los combos que se repartirán entre los clientes, a precios accesibles.
"Sabemos que hay muchas personas dispuestas a ayudarnos en este proyecto. Estamos muy entusiasmados. Recibimos las donaciones en una casa de un voluntario al costado de la ruta, en Caucete, para poder acompañar a los chicos en su labor", destacó.
Quienes quieran comprar o colaborar pueden acercarse por Bichimanía (Gral. Acha antes de llegar a avenida Córdoba) o comunicarse por Facebook con Campito San Roque.
El refugio
Para este proyecto, los integrantes de la Asociación llevarán los animales al refugio, donde dos adiestradores (uno de ellos, integrante de la división Canes de la Policía de San Juan) aplicarán sus técnicas con callejeritos sanos y también con amputados u con otro tipo de discapacidad. "Recibiremos a los animales mestizos que son abandonados y se les dará atención veterinaria y tránsito. A la vez, los interesados en tener un perro adiestrado deberán ser parte del proceso de entrenamiento porque en estos casos es el animal el que elige con quién estar; a quién ayudar. Será un mecanismo muy cuidado porque necesitamos garantías de que la adaptación será exitosa", señaló Silvina.
La iniciativa cuenta con la colaboración y el compromiso de los 30 voluntarios del Campito San Roque, un abogado, un contador, un veterinario y hasta un médico que actuará en caso que haya alguna contingencia en el adiestramiento. Además de caniles e instalaciones para hacer un trabajo integral, también se espera sumar un quirófano para esterilizar. "Con el emplazamiento de un container o un módulo habitacional, podemos tener un lugar para castrar a los animales, otro requisito para recibirlo y trabajar con ellos. Además, vecinos de la zona podrán llevar a sus mascotas", destacó.
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