Luciana Ahumada tiene apenas 18 años de edad y es la candidata a embajadora del Sol más chica del grupo. Representa a Caucete y es una de las que más ama el folclore. La joven terminó recientemente sus estudios secundarios pero desde hace tiempo ya sabe lo que es ejercer la docencia. Es que pese a su corta edad, ya da clases de danza y transmite un mensaje formador a las nuevas generaciones.
“Doy clases a chicos de entre 6 y 12 años de edad. A esto me dedico desde hace 10 años. Cuando mi tío me invitó tenía solo 8 años y me introdujo en lo que es el folklore”, contó la candidata caucetera a Diario la Provincia SJ.
Casi como un juego, Luciana fue incursionando en las danzas sienso muy chica y despuntó su amor por el baile hasta convertirse en profesional. Con el tiempo adquirió las técnicas y supo conquistar las complejidades sobre el escenario.
"Aprendí a amar mis tradiciones y mis raíces, eso es lo que me lleva a amar el folklore argentino”, destacó y luego aseguró que enseñar a los más chicos es una de las cosas que más le gusta de su profesión: “es genuino, vas aprendiendo todos los días como tratarlos, los chistes y los juegos que podés hacer con ellos. Es todo muy lindo”.
Más allá de la danza, Luciana quiere seguir una carrera profesional. Por eso ya empezó a interiorizarse qué carrera le conviene más. Hoy hay dos que la motivan. Una es instrumentadora quirúrgica y la otra es comercio exterior.
Ahora su prioridad está en representar bien a su departamento y capacitarse lo que más pueda en todas las etapas previas a la Fiesta Nacional del Sol.
Uno de los motivos por los cuales decidió presentarse fue el cambio de nominación de Reina del Sol a Embajadora. “El cambio de paradigma me parece espectacular, este cambio de formato donde la mujer se ve más libre y más auténtica nos conecta más con el público y con la gente”, destacó.
“Decidí presentarme por el amor que le tengo a mi departamento y para adquirir nuevas experiencias”, agregó Luciana quien quiere dar a conocer su proyecto departamental en conjunto con el Club de Robótica de la escuela Obispo Zapata.
Éste, tiene el objetivo de conseguir un equipo móvil para que los chicos de esa escuela aprendan a usar estas nuevas tecnologizas y puedan llegar a las escuelas más alejadas del departamento.
Su hobbie es tejer, pero su misión personal es que esto no quede solo en un pasatiempo, ya que tiene un proyecto para llevarle bufandas a los chicos más necesitados para que pasen un mejor invierno.
“Me gusta ayudar. No me gusta que las demás personas queden fuera de algunas cosas por problemas económicos. La falta de trabajo lleva a otros problemas, ya sea de salud o escolares”, finalizó Luciana.
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