Día de los muertos

Las increíbles esculturas que custodian a los muertos sanjuaninos en el Cementerio de la Capital

El Cementerio cuenta con decenas de esculturas, muchas de éstas del siglo XIX y obras de grandes artistas. Todas están direccionadas a cuidar las tumbas o los ingresos a los mausoleos. En Día de los Muertos, conocé algunas de las obras que hay en el lugar.
sábado, 2 de noviembre de 2019 17:00
sábado, 2 de noviembre de 2019 17:00

El cementerio o Campo Santo o Necrópolis, cualquiera de estas denominaciones, se refiere al lugar donde descansan  los cuerpos de personas que vivieron amaron, soñaron, pasaron por la vida y cuyo tiempo  expiró, Ingresar al Cementerio de la Ciudad de San Juan permite viajar en un mundo lleno de simbolismo, en donde las palabras en las placas y las imágenes cuentan historias pasadas, vidas gastadas, tiempos cumplidos. En el Día de los Muertos, conocé algunas de estas obras.

El cementerio de la Capital fue fundado en 1835 y fue el primer campo santo público. Tiene un rico patrimonio artístico, arquitectónico e histórico que lo puede apreciar cualquier persona que transite por sus calles, más allá si tiene o no algún familiar o ser querido allí.

"El lugar cuenta con un gran patrimonio arquitectónico que la gente valora cuando se hacen los recorridos con Necroturismo. No contamos con un inventario de la cantidad de esculturas que hay allí pero sí conocemos que hay obras muy viejas", señaló el director Oscar Brocca a Diario La Provincia SJ.

El recorrido por el lugar comienza en las calles principales, cuyos nombres son, Juan Jufré y Juan XXIII. Esta última es la que lleva a  adentrar al visitante en este espacio sin tiempo donde las enormes esculturas llaman la atención de todos los visitantes.

Algunos de los mausoleo que se pueden encontrar son de los gobernadores Ruperto Godoy, Ely Camus, Nazario Benavides y Alfredo Avelín. Además está de la familia de Domingo Faustino Sarmiento, del historiador Horacio Videla, Antonino Aberastain, José Ignacio de la Roza y Guillermo Rawson, entre otros.

Al avanzar por el camino, se encuentra en una esquina el monumento en homenaje a los padres de Domingo Sarmiento. Es un bella obra de arte que representa una cruz semi cubierta con una mortaja. En realidad están los restos mortales de su madre y sus hermanas. Se desconoce el lugar donde está sepultado su padre. También se puede leer una carta que el prócer escribió a su hermana en 1883, donde le pide que le hagan este monumento a su madre y ofrece dinero para la obra.

En la vereda de enfrente se encuentra la tumba del gobernador Nazario Benavides. Es un mausoleo que pertenece a la familia de Alejandro Quiroga. Conocido como el caudillo  manso, Benavides es recordado por el respeto a los rivales y por ser muy recto y justo. En el lugar se encontra una imagen  angelical con alas de un porte importante.

Es una esquina de personajes sanjuaninos destacados. La calle se llama Sarmiento y corta a la principal. Siguiendo este camino hay una imagen cargada de un simbolismo cautivador. Es el mausoleo de la familia Borcosque. La obra pertenece al artista plástico Ernesto Durigon y muestra la imagen  de una mujer alzada por un hombre, representando el ingreso al paraíso, según el artista.
Es un lugar donde el tiempo se detuvo. Todo lo demás se desvanece.

El recorrido no termina, es solo el comienzo. Es un lugar  que invita a conocerlo, a descubrirlo.  Reconocer en cada rincón que el paso por la vida es efímero. El legado eterno. 
“Cada sepulcro es espejo, cada epitafio lección”, se inscribe en una placa.

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