A 2 años de la tragedia

Las madres sanjuaninas del dolor: ARA San Juan, la herida que nunca cerrará

Luisa Rodríguez y María Cáceres son las madres de dos tripulantes sanjuaninos del ARA San Juan: Gabriel Alfaro y Cayetano Vargas.
viernes, 15 de noviembre de 2019 10:07
viernes, 15 de noviembre de 2019 10:07

Sufrieron la pérdida de sus hijos de una forma trágica. Hoy no cuentan con una tumba para llorarlos o despedirlos y eso cala hondo en sus vidas. Luisa Rodríguez y María Cáceres son las madres de dos tripulantes sanjuaninos del ARA San Juan. Ambas conjugan el dolor con la fortaleza del pedido de justicia y un grito que nunca se detendrá. 

"Es muy angustiante. Quiero superar esto que vivo desde hace dos años pero no me convenzo de lo que pasó. Espero a mi hijo y espero su llamada", comenzó expresando a Diario La Provincia SJ, María Cáceres, mamá de Cayetano Vargas. La madre contó que cuando él "tomó la decisión de su carrera, en ningún momento nos opusimos. Él siguió como todo joven su vocación, ¡y qué vocación!".

María aseguró que ella como toda la familia lo apoyaron en todo momento, en el camino de las fuerzas. "Estaba orgullosa y fui con él. Conocí el submarino por adentro, lo visité y lo ví. Con él fuimos a la base y recuerdo que me dijo 'vení mamá, subí, acá duermo yo'. Yo estuve en ese submarino que se hundió", agregó sin poder continuar hablando y secando las lágrimas con el pañuelo que con fuerza sujetó en todo momento.

Por su parte, Luisa Rodríguez es mamá de Gabriel Alfaro, otro de los sanjuaninos que perdió la vida en el mar. "De acá se me vienen todos los recuerdos a la cabeza. Me acuerdo como de guardapolvo blanco traíamos a Gabriel y a penas entraba ya empezaba a correr por los pasillos. Era muy amiguero y muy travieso, como todo niño feliz", contó la mamá de Gabriel, Luisa Rodríguez a Diario La Provincia SJ. 

"Me acuerdo de los enojos y los nervios que pasábamos porque a la hora de salida, Gabriel siempre llegaba tarde a casa. Teníamos que venir a buscarlo y era porque se quedaba jugando a las balitas con sus amigos en el jardín de la escuela", recordó emocionada hasta las lágrimas. 

"Es hermoso ver y sentir que no los olvidan, dieron la vida por la patria y por lo que más amaban hacer. Creo que en la escuela comenzó todo, ellos sabían lo que querían ser. Estoy más que agradecida por este hermoso regalo. Prometo llevar la bandera a Mar del Plata y dejarla en el muro que crearon para ellos, en la base", aseguró Luisa. 

 

Comentarios