Un nuevo geoparque se afianza en San Juan, muy cerca de la ciudad Capital. Más allá de su gran valor patrimonial, histórico y geoturístico tiene una particularidad: es un espectacular mirador natural que se formó con los sucesivos sismos que movieron y mueven la tierra en San Juan. Se trata de Cerro Valdivia o "El Cerrillo", como lo conocen los pocitanos, y se ha fortalecido como una de las promesas del turismo en el Gran San Juan gracias a un proyecto del Instituto de Geología (INGEO), de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, en cooperación con la Municipalidad de Pocito.
Lo que se gestó en 2017 ya se convirtió en un gran equipo que tiene como protagonistas a familias que tradicionalmente vivieron en la zona y a los vecinos del barrio Ruta 40, ubicado justo ante al cerro, que está en la localidad de Carpintería. La ubicación es más que privilegiada: la Ruta Nacional 40 pasa justo frente a esta montaña, en las inmediaciones de Calle 11 en dirección Sur.
"Un geoparque llega a convertirse en lo que es si la gente se apropia del lugar y se compromete con el proyecto. Por eso avanzamos en capacitaciones en las que se rescata su saber histórico y de mitos populares y ellos aprenden acerca del valor patrimonial, geológico e histórico del cerro. Estamos trabajando en generar senderos, hacer cartelería y generando propuestas turísticas", destacó la Dra. en Geología, Adriana Bracco quien está al frente del proyecto por parte de la UNSJ, con la codirección de la Licenciada en Turismo, Dinia Schimitter.
"Hay un patrimonio geológico en el lugar ya que tiene las rocas más antiguas de San Juan junto con las sierras de Valle Fértil, Pie de Palo y el Cerrillo Barboza. Es un mirador natural hacia el Valle de Tulum con estructuras que son producto de los sismos. Además, resguarda restos de utensillos utilizados por la población más antigua que se conoce en San Juan, la civilización Fortuna que estaba allí porque al cerro lo rodeaban lagunas, y cerca de allí tuvieron lugar las batallas de La Rinconada. Tiene un gran valor y la comunidad debe hacerse parte de él, comprometerse", resaltó desde la UNSJ.
Uno de los pilares de un geoparque es que la comunidad tenga una amplia participación trabajando allí e incluso no sólo compartiendo sus saberes sino considerando que pueden vender allí sus productos artesanales. Con las capacitaciones también llegaron a la escuela “Francisca Rios de Paez” y a través de Turismo de la Provincia, se concretó un curso de "Anfitrión turístico".
Quienes lleguen allí pueden disfrutar de una vista impresionante en la que se aprecia la precordillera y la superficie cultivada en Pocito. Hasta ahora, las actividades de trekking, mountain bike y enduro se desarrollan en el lugar y los vecinos deben generar en los visitantes la conciencia del cuidado y la no destrucción, así como el uso de los senderos delimitados para evitar daños.
El proyecto ya fue evaluado, cuenta con el respaldo del municipio de Pocito y se avanza en un trabajo conjunto entre esa institución departamental, la UNSJ, el Ministerio de Turismo y Cultura y la Secretaría de Ambiente para concretar toda la normativa legal y lo concerniente a su trabajo. En paralelo, se abren frentes para crear propuestas de alojamiento, turismo aventura y emprendimientos gastronómicos, siempre enfocados en el desarrollo de la comunidad.
Santa Bárbara, presente
Bracco resaltó que "en la zona hay desarrollo del turismo religioso con la capilla de la virgen del Tulúm en el Cerrillo. La piedra fundamental de la capilla se formó con los restos de la catedral y el convento de Santo Domingo que se cayeron en el terremoto de 1944. A un costado está la imagen de Santa Bárbara, patrona de Pocito y todos quienes pasan por ahí, se paran, más que nada los camioneros".
