Desde hace algún tiempo que el rubro de la barbería marcó tendencia, no solo a nivel nacional, sino también local. Aunque no se tiene un registro específico de cuantas barberías operan en la provincia, a simple vista puede notarse la proliferación de este negocio en los últimos años.
El barbero es un oficio antiguo que ha ido regenerándose según los aires culturales de cada época. En San Juan, si bien siempre se ha ofrecido este servicio, hace menos de una década que se convirtió en una tendencia. Esta barbería moderna empezó a incursionar de forma independiente, y aún se sigue trabajando de la misma manera, ya que no se cuenta con una organización que establezca estándares respecto a los precios, servicios, distancias entre los locales, etc.
El clima que se vive en los salones es un clima ameno y amistoso, exclusivo para varones, donde se oyen muchas risas y se charlan todo tipo de temas, desde fútbol y política hasta situaciones personales entre otros, a veces con un café o una cerveza de por medio mientras se espera el turno. En este contexto, algunos barberos accedieron a explicar el fenómeno del por qué los muchachos eligen estar a la vanguardia de los cuidados estéticos.
Para Manuel Sánchez, uno de los dueños de Barbería Colombia que funciona en la provincia hace 8 años y es una de las pioneras en cuanto al diseño, esta tendencia va de la mano de la estética que busca el hombre actual. Ésta sería la primera clave que genera el boom de este negocio.
“Hoy en día el hombre es un poco más vanidoso que hace unos años, se cuida más su aspecto personal, su imagen, quiere verse mejor y más prolijo”, explicó a Diario La Provincia SJ.
Otra de las claves que lleva a la creciente demanda, es que el arte de la barbería no requiere de mucho tiempo de preparación, es decir, se puede aprender en pocos meses, y eso significa una rápida salida laboral para los tiempos de dificultad económica.
La diferencia entre barbería y la tradicional peluquería radica en “la prolijidad de las marcaciones, los contornos, el corte arriba. El tema de la peluquería se hace más casual y el tema de la barbería es más identificativo”.
“También hacemos diseños: líneas, dibujos: una pluma, una estrella, el nombre (propio o de la novia, el padre o la madre). Vienes los chicos que son hinchas de clubes a hacerse el escudo del equipo de Fútbol. Se puede diseñar cualquier cosa como si se estuviera en un papel”, puntualizó Manuel.
La tercera clave depende de los distintos servicios que se brindan y que dependen de cada barbería. En el caso de El Barbero, la sucursal ubicada en el Patio Alvear, además del corte y la barba, ofrece la depilación de rostro con ceras, mascarillas de carbón con masajes faciales. Esto tiene que ver con el tipo de clientela que concurre, en este caso, predominan los clientes profesionales y ejecutivos.
Si bien el estilo de los hombres suele variar de acuerdo a la edad o al campo ocupacional, en las barberías se ve de todo. “Están aquellos que siempre te piden un corte clásico o un degradé, y barba común porque les gusta que se vea natural y prolijo. Y también están aquellos que vienen a hacerse diseños. Por ejemplo, cuando se juega el superclásico vienen a hacerse escudos de los clubes de fútbol, la fecha de la libertadora cuando salió campeón River. Y también un día le hice a un cliente la cara de Jesucristo”, agregó Cristofer Scot Mejía Díaz.
Sin embargo, entre los pedidos que predominan en esta temporada, se pueden mencionar el corte degradé, la barba y retoque de cejas.
La relación entre los barberos es cordial, pero hasta ahora distante. Si bien algunos, que han trabajado en varios salones han podido entablar amistades con algunos colegas, cada negocio trabaja de forma autónoma en cuanto a los precios y la oferta de servicios. No obstante, hay un intento de unificación entre los trabajadores de este rubro y está siendo organizado por Estaban Olivares, uno de los propietarios de El Barbero.
