Mario Pérez nació y se crió en una zona humilde de San Juan, poco a poco, este niño de familia obrera se fue convirtiendo en artista plástico.
El Viaje. Así se llamaba su atellier, el lugar donde pasaba horas y horas en su casa de Rivadavia. Allí sentía que viajaba a un mundo mágico que luego plasmaba en sus lienzos. Tenía la habilidad de trabajar la luz de una forma especial y retrataba escenas figurativas y detallistas en las que el espectador podía mirar "desde el cielo y a lo lejos", algo que lo distinguió.
La crítica lo definió como "un pintor figurativo y encuadrado dentro del realismo mágico", según él mismo destacó en su extenso currículum del arte. Marcado por artistas de la talla de Goya, Rembrandt y VanGogh, sus obras transitaron por diferentes formatos, sin embargo el que logró impactar en Argentina y el mundo fue el mundo minimalista.
En nuestro país, supo encantar a Néstor y Cristina Kirchner, entre otras figuras conocidas. "Hace unos años, Néstor Kirchner ayudó a terminar el Centro Cívico de la ciudad de San Juan y vino para su inauguración. El gobernador Gioja fue a mi taller porque quería hacerle un presente y yo decidí regalarle un cuadro. Esa noche me llamaron a casa y me dijeron que Cristina quería agradecerme la pintura y que quedó enamorada de la obra. Cuando vino ella a San Juan, ya siendo presidenta, le dieron un libro donde había una imagen con una obra mía y al lado una foto de Ischigualasto y Cristina señaló que ya conocía tanto a Mario Pérez como al Valle de La Luna", señaló el artista en diálogo con InfoNews.
Pero la admiración de la exmandataria presidencial no se quedó ahí. "Me enteré que fue a la galería Praxis de Buenos Aires y compró 3 pinturas más. Después, cuando vino a San Juan pidió conocerme y estuvimos charlando", destacó Pérez.
Un 22 de octubre de 2018 al mediodía, falleció. El pintor estaba internado en una clínica privada por una neumonía que finalmente no pudo superar.
Según los primeros datos, el artista estuvo consciente hasta último momento y el problema respiratorio le provocó un paro cardiorespiratorio. Si bien se hizo todo lo posible para reanimarlo, su cuerpo no aguantó y falleció.
Tenía 58 años de edad y su nombre se ubicó entre las obras más importantes del mundo. Hace cinco días él contó en su muro de facebook que una reconocida marca de indumentaria de Miami realizó una producción de fotos de su colección en la Galería Wynwood 28. Allí estaban "como telón de fondo interactuando" sus obras actualmente expuestas, Deep Blue.
Sus trabajos alcanzaron reconocimiento internacional y llegaron a formar parte de las galerías y subastas más importantes del mundo. El arte y San Juan siguen extrañando su incansable creatividad.
