Son abuelas y luchadoras. Ambas son orgullo de sus hijos y nietos, no solo por su forma de ser en la vida sino porque le dieron batalla, con "uñas y dientes", al cáncer de mama y lograron superarlo. Hoy cada una transita distintas realidades, incluso una de ellas ahora transita una nueva batalla.
Estela Albano, tiene 57 años y su pelea a la enfermedad se dio hace siete años. Su esposo, sus siete hijos y sus catorce nietos se convirtieron en sus fortalezas en este difícil camino.
“Tenía 50 años cuando me operaron de la mama izquierda, con vaciamiento de glándulas axilares. Fue en febrero del 2012 y a fines de abril comencé con el tratamiento de quimioterapia. Mi vida cambió mucho y se complicó. El tratamiento se dividió en dos partes y con el tiempo se hizo más llevadero. Fue una etapa difícil”, comenzó recordando Estela a Diario La Provincia SJ.
La abuela relató que la "ayudó bastante" el acompañamiento familiar y de los profesionales que la atendieron. "Pero lo esencial es la fuerza propia. Es la voluntad que tenía cada mañana al levantarme. Después de recibir la quimioterapia mi imagen cambió mucho, sin cabello, sin fuerzas. Debía enfrentarme cada día con alguien, que no se parecía a mí. Después de un tratamiento de un año, tuve quimioterapia oral por 5 años. Realice una serie de estudios, donde el resultado fue que ya no tenía cáncer”, comentó Estela.
Como ella, Inés Hidalgo también le dio batalla al cáncer y nunca se rindió. Hoy tiene 69 años y también comenzó con la batalla hace siete años. Su esposo, dos hijos y siete nietos fueron quienes la impulsaron a no bajar nunca los brazos.
“En febrero del 2012, en el Hospital Rawson, me operaron de un nódulo en la mama derecha. Después comencé con la quimioterapia. Era muy dolorosa, pero con el tiempo me fui acostumbrando, Tanto que podía tejer al crochet, mientras recibía el tratamiento. Nos acompañaba la Psicóloga y charlaba con los enfermos. La droga me la daban en 6 ciclos, cada 21 días. Pero llegué al quinto y el doctor dijo que era suficiente Después seguí con una vacuna por un tiempo. A los 5 años de la operación ya debería haber obtenido el alta. Faltando tres meses para que se cumpla esta fecha, me encontraron un tumor en el hígado, El doctor dice que esta enfermedad está controlada. Me siento bien y con muchas fuerzas para continuar la lucha”, relató Inés.
En el camino de batalla contra la enfermedad, los afectos son elemento fundamental para no bajar los brazos y poder seguir adelante. Y eso fue lo que los médicos le indicaron a ambas en este recorrido que hoy transitan.
“Mi esposo preguntó al médico cómo me podían ayudar. Él le respondió, solo con amor, lo demás lo tiene que poner ella .Es trabajo personal, puse toda mi fuerza en recuperarme y toda mi fe en Dios, que nunca me abandonó”, agregó Estela.
“El doctor me dijo hay diferentes forma de cáncer como diferentes formas de personas, dependerá de cada uno, qué actitud tomará. Yo decid enfrentar este momento con toda la energía posible. Me acompaña mi familia, mis amigas y el Señor que me regala la vida .Quizás tenga medicación de por vida, pero también tengo mucho por hacer, mucho por vivir”, manifestó Inés.
Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, el 19 de octubre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, con el objetivo de crear conciencia y promover, que cada vez más mujeres accedan a controlarse.
