A pasos agigantados. Así se recupera el pequeño Faustino Nicolás Videla, de 2 años de edad, quien el pasado sábado sufrió hundimiento de cráneo tras la caída de un contenedor sobre su cuerpo en el Parque de Mayo. Fue un accidente que se dio en un momento que se encontraba con su mamá, su abuela y sus dos hermanitos de 5 y 6 años de edad, y hoy toda la familia lo vive como un milagro.
"La recuperación fue muy rápida y viene muy bien. La segunda capa del cerebro tenia una fisura y le pusieron una malla. En el cráneo le hicieron un agujero para levantar lo hundido y nos dijeron que con el tiempo va a soldar. Hasta acá viene bien, esto es muy reciente", contó Verónica Páez, mamá de Faustino, a Diario La Provincia SJ.
El pequeño fue operado el pasado domingo en el Cimyn por el neurocirujano Patricio Jácamo y su recuperación sorprendió a todos. Tal es así que el lunes recibió el alta y fue llevado a su casa donde ya ríe, juega y recibe todo el amor de la familia.
"Es un milagro que esté con nosotros. Al ver el contenedor pensé que se le reventó la cabeza. Pero después con los días el médico nos dijo que está perfecto, que venimos bien y nos dio las recomendaciones para cuidarlo. Tiene el ojo hinchado y ese parche en la cabeza, ahora tenemos que ir todas las semanas a ver al doctor", destacó Verónica.
La pesadilla la vivieron el sábado pasado, alrededor de las 20 horas, después de vivir un día "espléndido", bajo un sol radiante en el parquizado del nuevo Parque de Mayo. Allí habían disfrutado del nuevo atractivo de los sanjuaninos y querían ir a conocer cómo había quedado el resto del lugar.
"En un momento salimos a caminar y quedó una bolsa con desperdicios. Lo primero que visualicé es el contenedor de la basura y quería mostrar a mi familia la pista nueva en el monumento. Fuimos caminando a tirar la basura, mi hijo de 6 años se va por el lado del pasto para el lado del contenedor y le dije que no porque se mueve. En eso mi otro hijo de 2 años se quiso trepar a mirar y se le vino encima, quedó abajo", relató Verónica.
En ese momento, todo fueron minutos de desesperación, gritos y lágrimas. El pequeño Faustino quedó debajo y un grupo de personas que estaba en el lugar levantó el contenedor con la mamá para sacarlo. Luego llegó la ambulancia y fue trasladado al Hospital de Niños, donde lo recibieron los médicos y actuaron con suma velocidad.
"Mi desesperación se dio porque estaba mal, lo vi ensangrentado. Se le hizo un tajo muy grande", recordó detallando que ingresó al nosocomio con hundimiento de cráneo y se le veía la masa encefálica. Eso fue lo que más la angustió.
Hoy todo lo recuerda como un duro momento, muy difícil, una pesadilla. Sin embargo siente que el caso de su niño ayudó a frenar cualquier tragedia que pudo darse a futuro. Es que desde la Dirección de Arquitectura confirmaron que es inminente el cambio de esos contenedores de basura móviles en reemplazo de los fijos. El director de la entidad, Marcelo Yornet aseguró que la empresa todavía no recibió los cestos que irán definitivamente; sobre todo en el Paseo de los Artesanos. Pero la semana próxima recién llegarán y luego serán colocados.
Por su parte, la mamá de Faustino se mostró contenta con esta noticia e indicó que lo único que quiere es que un hecho de estas características no se repita.
"Siempre lo manifesté, es un milagro que esté conmigo y tenerlo en mis brazos, sacarlo de ese contenedor. Hoy me duelen los brazos porque hice una fuerza muy grande para levantar y sacarlo de ahí. Son cosas que nos traumaron tan feo y desesperante", finalizó Verónica.
