Entre las situaciones que generaron reclamos por parte de vecinos de los distintos barrios de IPV que visitaron integrantes del equipo de trabajadores sociales e inspectores fue el número importante de casas sin habitar por sus adjudicatarios. Esto genera que se deba localizarlos e intimarlos para que la ocupen.
Por ello, se decidió que se controlará que las nuevas viviendas que se entreguen tendrán que ser habitadas al mes de entregadas. "Esto es porque cuando se entregan las llaves se les explica a las familias que deben mudarse lo antes posible. IPV entrega viviendas que se convierten en la única casa propia. Por tanto, no debe pasar tanto tiempo para que las habiten porque además se entregan con los servicios básicos", señaló el interventor de IPV, Juan Pablo Notario.
Esto regirá para las recientes entregas y las próximas de los nuevos barrios que fueron sorteados en el Gran San Juan y Pocito. "Tenemos casos en los que han pasado años hasta que las familias llegaron a las casas. Eso no puede repetirse ya que da lugar a especulaciones e incluso a posibles usurpaciones y robos o daños a las viviendas que están solas", destacó.
