Ciento siete años envolvieron de historia a la mágica ex Estación de Trenes San Martín. Llena de memorias y del paso de miles de personas que transitaron sus galerías, corriendo apurados para llegar a tomar el tren o tranquilos, fundiéndose en el abrazo de un reencuentro, sus paredes todavía guardan aquellas épocas.
Quienes miran detalladamente en su interior, notan que su estilo arquitectónico todavía guarda la historia de 1900. La ex Estación de Trenes San Martín, inaugurada en 1885 y que funcionó por última vez en 1992, posee en su interior detalles de época.
"El estilo que posee la ex estación pertenece al Neoclásico tardío, típico de los edificios públicos de la época de su construcción", contó la arquitecta Marta Vicente de Lanzi a Diario La Provincia. Construida en dos pisos, uno de estos se derrumbó en 1944 tras el terremoto y hoy sobrevive solo la planta baja.
En su interior pueden observarse detalles originales sobre todo en la parte alta de la misma, en el techo, paredes y columnas. "Rosetones" en color blanco, resaltan en contraste al color original de la madera del techo. Dichos detalles enriquecen la estructura general de la estación, ya que entre las paredes y el techo pueden observarse pequeñas guardas pertenecientes al mismo estilo.
Sus columnas centrales también se encuentran fieles al Neoclásico tardío. Para edificar la gran estación se utilizaron rieles en desuso, madera de algarrobo y ladrillos, presentando así firmeza en su estructura. Su frente exterior luce una farola donada por Francia en 1943. Pertenece al arte "bar danse", quien la recuperó recién en 2007 por el autor Pizarro, tras ser azotada por un fuerte viento regional.
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