Alma Flores es una pequeña luchadora. Tiene un año y dos meses, pero lo único que conoce son los hospitales. Actualmente está internada en el Hospital Italiano y si todo sale bien, en febrero podrían mandarla nuevamente a San Juan con internación domiciliaria. Pero para poder hacerlo, ella necesita tener una vivienda adecuada a su condición.
Fue muy buscada por sus jóvenes papás, pero desde que estaba en la pancita ellos supieron que algo no venía bien con su salud. Nació el 16 de octubre del 2017, y desde entonces estuvo 10 meses internada en el Hospital Dr. Guillermo Rawson, ya que padecía una grave malformación en su intestino que no la deja desarrollarse con normalidad.
Pasó por varias cirugías, sufrió dos paros cardíacos, y estuvo internada en Cuidados Intensivos por meses. En San Juan no podían brindarle el tratamiento que necesitaba y tras una lucha contra la obra social, finalmente lograron su traslado al Hospital Italiano de Buenos Aires, en donde ha mostrado una gran mejoría.
"Alma sigue con su alimentación con vena que la está ayudando muchísimo. La semana que viene le van a repetir unos estudios. Si el intestino está preparado para dilatar, finalmente la operarán, y si no es así, nos mandarán a San Juan. En este caso, volveríamos una vez al mes para hacerle los exámenes hasta que puedan intervenirla", contó la mamá Evelin Vedia a Diario La Provincia.
En más de un año, solo ha tenido 10 días afuera de un hospital, este diciembre cuando les permitieron volver a la provincia como una prueba piloto. "Me sirvió mucho para probarme para ver cómo estaba yo con el tema de los cuidados. Más allá de que tenemos enfermeras por ocho horas, todas las conexiones y desconexiones se las hago yo. Cuando estuvimos allá incluso hicimos una sesión de fotos cuando ella estaba desconectada. Es algo que deseamos desde que nació porque todas sus fotos eran en el hospital", agregó la joven madre.
Pese a que el experimento resultó muy bien en cuanto a lo afectivo, sí fue muy incómodo. "Cuando nos casamos con su papá alquilamos una casita que estaba muy bien para nosotros dos. Pero ahora ella necesita su espacio, con las bombas y todas las cajas de insumos. En donde alquilamos la verdad es que no pagamos nada. Los dueños son súper considerados y nos han aguantado un montón, pero ya no nos es útil ese espacio. No queremos nada gratis. Queremos tener la posibilidad de ir pagando. No estoy trabajando, nos manejamos con el sueldo de mi esposo que trabaja en el comercio y no nos alcanza para un alquiler más caro", aseguró Evelin.
Pese a este problema, la alegría que tienen por volver es enorme. "Tengo tantas ganas de volver, estar con mi familia, mi esposo. Estos diez días fueron grandiosos", sentenció la mujer quien al igual que su hija vive internada desde hace un año.
