"Toda mi vida trabajé en el DAMSU y hoy estoy sin nada". Las palabras son de Roxana Ahumada, una empleada de la obra social de los universitarios pero cuya expresión perfectamente puede trasladarse a la más de una decena de trabajadores de esta entidad que hoy están en "la nebulosa". Es que hasta el 31 de agosto debían cumplir funciones en el DAMSU y ahora dependen de la Universidad Nacional de San Juan pero sin un puesto claro. Hoy la vida de 15 empleados pasan por la incertidumbre y por el temor a perder ese trabajo que tanto aman y para el que la mayoría brindó entre 30 y 40 años de servicio.
"Hoy no estamos en nuestros trabajos. Desde que ingresé fui empleada de DAMSU, siempre trabajé en DAMSU. Es toda una vida. Acá entré a los 18 años y empecé de abajo, como todos mis compañeros", dijo a Diario La Provincia, Roxana con gran congoja y dolor por lo que le toca atravesar. La empleada contó que todos los compañeros se han unido para afrontar este problema porque viven como "una gran familia".
Roxana lleva 32 años de servicio y a raíz de que empezó a corta edad, aún no llega a la edad jubilatoria. Eso es precisamente lo que le genera más angustia. Es que hasta hace unos días estaba en Mesa de Entrada como encargada y su futuro ahora es incierto. Su último día laboral fue el 31 de agosto y ahora debe ser reubicada en alguna de las facultades o el rectorado para empezar de cero con una nueva función.
"Nos sacaron una resolución el 10 de agosto en donde nos intimaban para que el 1 de octubre nos mandaran a la universidad como que eramos no docentes. Los empleados hemos solicitado en una reunión en el Consejo Superior el tema de no innovar a los 15 empleados para seguir con nuestras tareas. Se sacó otra resolución, la 116, que nos intiman hasta el 31 de agosto que fue el último día de trabajo y ahora nos quieren enviar a la universidad", lamentó.
Cuatro décadas dedicadas al DAMSU
María Teresa Navarro cumplió hace poco tiempo los 40 años de servicio en el DAMSU. Ya superó la edad jubilatoria pero su amor al trabajo hizo que pidiera una extensión por cinco años más para seguir formando parte de la familia de la obra social. La ley se lo permite y por eso ella quería seguir con sus funciones. Sin embargo el camino se le acortó ahora.
"Entré como telefonista a trabajar en el DAMSU cuando esto pertenecía a la Universidad de Cuyo. Hice mi carrera administrativa por 40 años y ahora quiero defender mis derechos adquiridos. Mi carrera fue acá y la voy a terminar acá como corresponde", dijo con voz firme Teresa quien subrayó: "quiero mis derechos y mi lugar laboral, mientras me ampare la ley nadie me puede sercionar los derechos".
El conflicto
El viernes pasado, el Consejo Superior aprobó por unanimidad cuatro mociones que apuntan a aclarar un poco el panorama con respecto a la obra social de los universitarios. La primera moción tiene que ver con la resolución del consejo directivo de DAMSU, que lleva el número 116, por la cual se decidió concluir la relación laboral de 15 empleados a partir del 1 de septiembre.
El cuerpo rechazó en forma unánime esta resolución, dado que según se explicó, se trata de una "despido indirecto" hacia personas que llevan varias décadas trabajando en la institución.
La segunda moción tiene que ver con la incorporación de la consejera Nélida Arron como representante del Consejo Superior ante DAMSU, algo que no pudo concretarse aún. El cuerpo decidió intimar al consejo directivo a que permita la incorporación de la consejera.
En la tercera moción aprobada, se resolvió instruir a la representante del Consejo Superior para que exija al consejo directivo de DAMSU el cumplimiento del pedido de asamblea que realizaron más de 1.500 afiliados. Por último, se decidió conformar una comisión que servirá de articulación entre los afiliados y la obra social.
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