Pasó la temporada en la que se esperaban nevadas intensas en Cordillera y no se acumuló la densidad de nieve para tener un buen derrame de agua en el verano. Es por eso que se planificará un cronograma con los regantes agrícolas para lograr un mejor aprovechamiento del recurso.
El director de Hidráulica, Maximiliano Delgado, señaló a radio Light que "se esperan niveles similares al 2017. El nivel hídrico este año sería cercano a los 1.090 hm3, a diferencia del 2017 que se llegó a los 1.100 hm3. Esto pronostica un año de sequía en relación al 2015 y 2016".
"La preocupación recae en el sector productivo, ya que a través de las juntas de riego se deberán definir las medidas de distribución para los meses de diciembre, enero y febrero, cuando la demanda es mayor", sentenció.
En tanto, el temporal de Santa Rosa era la gran esperanza para que en la Cordillera e incluso precordillera sanjuanina se consolidara una nevada que alimentara las cuencas en vistas al verano. Sin embargo eso no ocurrió y eso incide en el pronóstico hídrico que había anticipado un "año con el agua justa".
El meteorólogo Germán Poblete señaló a Diario La Provincia que "las precipitaciones ocurrieron en la Cordillera mendocina en mayor medida ya que allí se posó el núcleo de la perturbación mientras que apenas rozaron la cuenca sanjuanina. La cuenca de Jáchal es la más crítica y eso determinó que el fenómeno fue muy pobre. Esperábamos más nevadas".
Este período estival tendrá "el derrame de agua justo y si bien pueden registrarse nevadas, ya no se espera que en septiembre sean de intensidad".
