Durante largo tiempo, la fe a la Difunta Correa movilizó a miles de personas a lo largo y ancho del país. Incuso hay muchos fieles que llegan de los países vecinos para conocer su paraje, hacer pedidos y luego agradecer. Este año, la Cabalgata de la Fe movilizó a muchos seguidores no en abril como es costumbre sino en agosto y pese al cambio de fecha, el fervor se notó igual.
Entre los que vinieron se encuentra José Alcoverro, un caucetero que vive en Mar del Plata, Buenos Aires desde hace muchos años. El hombre es gaucho de corazón y desde que se fue de la provincia, no hay un año que deje de regresar para homenajear a Deolinda. Es que su mujer se salvó del cáncer y él asegura que fue gracias al poder milagroso de la "Difuntita".
Su esposa se llama Melisa Esther es de Bolivar y padeció cáncer de útero. Fue hace unos años y fue su marido quien confió en que no solo la mano de los médicos debía actuar sobre ella sino también de Dios y de la Difunta Correa. Por eso vinieron a pedirle la bendición y prometieron siempre venerarla. Así fue como en pocos meses la ramificación que había observado el personal médico comenzó a diluirse y de a poco fue recobrando la salud.
Ahora como forma de agradecimiento vienen al Santuario año a año para agradecer el favor recibido.
