Esta semana, Telefenoticias decidió homenajear a una sanjuanina que abrió caminos en la lucha feminista. Fue una de las primeras mujeres piloto aéreo de la Argentina y llegó a ser vicepresidenta del aeroclub argentino.
Se trata de Luisa Quiroga, quien nació en San San Juan en 1927 y desde niña soñaba con volar aviones. “Yo de chiquita le decía a mi mamá que quería volar”, pero su madre no quería saber nada con la idea de que su hija intentara pilotear aviones.
A los 15 años escribió una carta a la fuerza área para poder ingresar a la escuela de pilotos y la respuesta fue “no está contemplado que los aviones sean piloteados por mujeres”. Su padre trabajaba como técnico en la fábrica militar de aviones de Córdoba y su madre era maestra.
El padre falleció cuando ella tenía 20 años, y de esa manera ingresó a trabajar como administrativa en la fábrica. En los ratos libres se encargaba de dar a conocer su intención de ingresar a la escuela de pilotos, pero siempre la postergaban. Un día, en medio de la hora del almuerzo, el capitán Weiss la invitó a volar. Era un avión de combate de la Segunda Guerra Mundial. El capitán para asustarla hacía piruetas: daba vueltas y hacía acrobacias con la máquina; pensando que la había hecho cambiar de idea, el capitán le consultó una vez terminada el vuelo cómo la había pasado, ella estaba plena de felicidad. Fue a la casa y a su madre le avisó que con parte de su sueldo comenzaría a pagarse el curso de piloto aéreo, su madre estaba horrorizada pero no le importó: hizo el curso y entró a la academia. Cuenta que nunca sintió el machismo, al contrario se sintió aceptada ya que empujaba igual que los compañeros.
A su marido lo conoció durante un festival aéreo, estuvo 5 años de novia y se casó. Él era mecánico de aviones y piloto civil, estuvieron juntos 43 años y tuvieron dos hijos que le dieron 4 nietos. Enviudó hace 20 años atrás. En 1951 fue la Reina de Belleza de la Fábrica militar de aviones.
Luisa a sus 90 años cuenta con más de 1500 horas de vuelo, hizo cursos de acrobacias aéreas. No intentó ser piloto comercial, lo suyo siempre fue deportivo. Fue premiada y agasajada por la legislatura porteña y por la Fuerza Área.
Mirá el video con su relato en este link.