Hay historias que duelen, cada vez que uno las recuerda. Éste es el caso de la historia de Lisandro "Licho" Peñaloza, el pequeño de 6 años de edad que murió este viernes en la madrugada tras ser atropellado por una moto enduro en Rawson.
El niño, que estaba jugando a las escondiditas en el barrio Orzali, en calle Chaco y Lemos, según su familia era muy sesible y amoroso. Le gustaba ayudar y sus manitos siempre brindaban una caricia. Quien supo de eso fue el nuevo amigo que cosechó en las últimos días: un perro mestizo que encontró en la calle.
"Licho" encontró el perrito el miércoles en un mal estado. Para poder quedárselo, le prometió a la madre que lo cuidaría. Así fue como lo bañaron y quedó "hermoso". Con el animalito en casa, lo paseaba y acariciaba con mucho amor.
Pero todo el destino quedó truncado tras el siniestro vial del jueves en la noche. Un joven que probaba una moto enduro atropelló al niño y lo dejó tirado. Luego se entregó a la policía. Lisandro murió en el hospital Rawson pocas horas después.
Hoy el perro espera a su nuevo dueño. Y la familia del pequeño no tiene consuelo.