Este viernes, a las 23.00 horas, Karina y Mayco tenían sus pasajes de colectivo para viajar hasta la ciudad de Córdoba para realizar un curso muy esperado.
Ellos son una pareja que, debido a la mielomeningocele, tienen atrofiados los miembros inferiores por lo que se movilizan en sillas de ruedas.
Por este motivo, tramitaron sus pasajes a través de la Dirección de Discapacidad, quienes se los consiguieron, pero con la salvedad de que debían viajar en el primer piso del ómnibus.
"Tramité los pasajes por la Dirección de Discapacidad para mí y mi pareja. Cuando fuimos nos los dieron para el piso de arriba. Les pedí si nos los podían cambiar porque no podemos subir. Nos contestaron que ahora las empresas habían decidido que estos pasajes se daban arriba", aseguró Karina en diálogo con Diario La Provincia.
Según relató la joven, en la empresa le dieron como "solución" que intentara cambiar de asiento con otra persona, pero esto no sucedió. Para poder hacer uso del pasaje se tuvieron que valer de la buena voluntad de familiares e incluso de un guardia de seguridad, quienes ayudaron a pasar este calvario.
"Tengo mis dos caderas salidas y Mayco está con una escara, no se puede estar arrastrando. Le pedimos ayuda a su hermano, que es mucho más chico que nosotros para poder subir. No podemos viajar arriba. En Córdoba un chico que venía con el chofer y un guardia nos ayudaron a bajar", sentenció el relato la mujer.
