Ambiente

Los sanjuaninos y un gusto "exótico" que crece y termina en infracción

El funcionario destacó que cuando el animal vive en cautiverio genera un quiebre en su estado y forma de ser. En San Juan se encontraron animales de este tipo en Valle Fértil, Albardón, Santa Lucía y Pocito.
martes, 28 de agosto de 2018 15:00
martes, 28 de agosto de 2018 15:00

En septiembre de 2017, encontraron un oso melero caminado por las calles de San Agustín de Valle Fértil. El animal se había escapado de "su casa". Unos meses después, ladrones ingresaron a una vivienda en Santa Lucía y, entre otras cosas, se robaron dos monos tití. Al tiempo, personal policial encontró un ciervo en Albardón. Este lunes, tras un llamado anónimo se logró rescatar a dos pumas y un jabalí europeo en una finca de Pocito. Los animales, considerados "exóticos" en el mundo del tráfico ilegal, son adquiridos por los sanjuaninos y viven en cautiverio hasta que personal de la Secretaría de Ambiente los recupera para tratar de insertarlo en sus hábitat.

"El jabalí europeo es el colorado y a nivel nacional está considerado una plaga porque no tiene su depredador natural y le quita terreno al chancho de acá. También está prohibido porque si se escapa y se adapta en algún medio como pasó en Zonda, que tuvimos denuncias hace un tiempo, puede romper con el equilibrio", explicó a Diario La Provincia, Dardo Recabarren, desde el área de Protección.

El funcionario destacó que cuando el animal vive en cautiverio genera un quiebre en su estado y forma de ser. Entre los animales secuestrados en varias ocasiones por Ambiente de San Juan se encuentran pumas que han sido atrapados y llevados a zonas privadas. Este lunes, además del jabalí, se secuestró dos pumas de la finca de Pocito. son pumas que no llegan al año.

"Estos animales llegan a estar con el hombre porque fueron asesinadas a sus madres o fueron capturados. Estos son animales peligrosos y es muy raro encontrar personas que tengan pumas en cautiverio pero ocurre. Hemos encontrado en La Bebida y en Albardón", agregó.

Recabarren señaló que si los pumas "no tienen la seguridad suficiente para estar en cautiverio" pueden generar graves problemas si se escapan. "Han habido experiencias de pumas que se liberaron tras tener contacto con el hombre y esa liberación los perjudicó porque al perderle el miedo al hombre se acercan más a los lugares poblados y eso constituye un riesgo. Cuando ve al hombre el puma huye y cuando se ve acorralado ataca", destacó señalando que en estos casos terminan haciendo "más daños que los pumas silvestres".

 

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