Estilo Campo es una reconocida parrillada de Villa Tacú. Es uno de los lugares "estrella" para cenar en la zona y muchos sanjuaninos llegaban hasta ahí por lo cautivante de sus aromas y sabores junto a lo atractivo del paisaje. El 25 de julio pasado, el local fue clausurado por Planeamiento, después de haber estado abierto al público por siete meses. Ahora su concesionario pide que lo habiliten para seguir trabajando y dando trabajo.
"Estilo Campo lo empecé a armar en marzo del año pasado. Conocí Villa Tacú porque he venido siempre. El lugar es de Sergio Cerdera que ahora es el proveedor. Me encanta el campo y todo lo que es comida de campo como la punta de espalda a las llamas con jarilla que yo lo hago en el local", comenzó explicando a Diario La Provincia, José María López Coria, dueño del local, quien señaló que el local funcionaba desde el 2009 allí pero él la adquirió en marzo del 2017 y después de un largo periodo de refacciones, logró reinaugurar en diciembre con todas las remodelaciones.
Para adquirir este local, José María López vendió su auto de carrera y recibió un subsidio de la Subsecretaría de Trabajo para montar todo el espacio que luego dio mano de obra a dos personas más. En total, invirtió durante la etapa de remodelación más de 600 mil pesos para dejar el lugar atractivo y seguro. Para ello, levantaron un quincho nuevo, baños y el espacio para el fogón. Luego puso toda la luminaria nueva con cableado, entre otras cosas.
"Yo soy de Rivadavia y todos los días me venía de marzo a diciembre en moto hasta acá para ir haciendo las remodelaciones. Cuando inauguré empecé a hacer punta de espalda a la jarilla, ojal de costilla, costillar grande y matambre... Todas son comidas de campo porque quería darle a Villa Tacú un estilo de campo pero de estilo, de ahí salió el nombre. La comida la elaboro en el mismo día, para el mismo día y nada se guarda", destacó el dueño.
El local funcionaba de viernes a domingo y contaba con un vecino de la zona que hacía las empanadas y que luego ingresó a trabajar con él para elaborar este producto bien casero. Luego se sumó otra vecina para hacer las ensaladas. "La idea era que fuera un negocio familiar y no fue un negocio de jóvenes", aclaró.
Sin embargo todos los cambios generaron que luego llegara la amenaza de suspensión y la posterior clausura basada en una ordenanza del 2007. Ésta indicaría que Villa Tacú es un lugar de descanso donde no debía haber restaurantes. Pese a que la ordenanza era del 2007, en el 2009 el local fue habilitado cuando estaba en manos del anterior dueño y así funcionó todo el tiempo.
"En el 2017, tengo el boletín oficial que dice que Villa Tacú es lugar turístico que dice que tiene que haber negocio para la alimentación. Con ese papel, la municipalidad me quiere habilitar pero me pide la factibilidad de Bomberos y de Bomberos me mandan a Planeamiento. Sin embargo desde acá no me quieren dar la renovación", lamentó el hombre que tiene un contrato de alquiler por cinco años, es decir hasta el 2020.
Ahora López lo único que pide es que lo habiliten para poder trabajar. Es que en estos tiempos de crisis provincial y nacional, no solo se quedó él sin trabajo sino también la gente que trabaja con él. "A mi me dejaron sin un peso", exclamó asegurando que además del chico que hace las empanadas y la mujer que realiza las ensaladas, él da trabajo a dos o tres mozos por fin de semana, de acuerdo a la demanda. José María es quien hace el asado junto con su padre que lo ayuda en las tareas del lugar, incluso en la atención del comensal.
Para conseguir la habilitación, el concesionario del local ya juntó las firmas de los vecinos colindantes y las presentó con un escrito en Planeamiento para constatar que ellos no están en contra con que se realice esta actividad.
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