La familia no tiene consuelo. No pueden explicarse cómo una cirugía que era para mejorar su vida diaria terminó con el niño en Terapia intensiva y muriendo días después. Alan González se clavó un palo mientras jugaba en la escuela Malvinas Argentinas de Rivadavia y producto de esto terminó con el intestino perforado. "Estamos destrozados", aseguró la abuela con la voz entrecortada y no dejando de repetir que quiere justicia.
"El chico está fallecido y no queda más nada que hacer", dijo la abuela en radio Estación Claridad. Luego señaló que quieren "saber qué pasó con el niño" porque tras la primera operación en junio pasado, el pequeño de 9 años de edad se pudo recuperar y de hecho luego hizo el juramento a la bandera y llevó una vida casi normal.
"Era un niño sano que jugaba a la pelota y no sufría problemas neurológicos", agregó la abuela. Sin embargo los médicos aconsejaron una segunda intervención quirúrgica para mejorar su calidad de vida pero ahí fue donde las cosas no salieron bien y terminó en terapia intensiva.
"Queremos justicia, vamos a hacer una denuncia a la escuela porque fue donde Alan se accidentó y a la clínica. Trajimos al niño sano, lleno de vida y ahora lo llevamos muerto", finalizó.
