Hace poco más de una semana, el ministerio de Salud de la provincia lanzó la noticia de que en cuatro centros sanitarios de San Juan se pueden adquirir parches para dejar de fumar de manera gratuita. Inmediatamente cientos de sanjuaninos se interesaron por la iniciativa y comenzaron a llegar a los puntos para retirarlos. Sin embargo la iniciativa no es para todos de manera indiscriminada sino para aquellos que realmente tienen la voluntad de dejar este vicio.
Así lo informó la doctora Patricia Giménez, quien trabaja bajo la coordinación del Dr. Andrés Manini en el Programa Provincial de Control del Tabaco. La profesional aseguró que en la primera semana asistieron decenas de personas pero que sólo reciben los parches aquellos que mostraron verdadero interés en salir adelante, porque este método no tiene "soluciones mágicas".
"Ha venido muchísima gente pero no es para todas las personas sino para los que quieren realmente dejar de fumar. A ellos se les entrega las estrategias de partes", comenzó explicando a Diario La Provincia, la doctora que atiende en el CAPS Rodríguez Pinto. Luego agregó que "el paciente tiene que estar convencido y decidido a dejar de fumar porque si está con el pensamiento mágico que es que 'si me pongo el parche se me va el deseo de fumar', eso no es así".
Antes de facilitar el parche, al paciente se lo evalúa primero en una entrevista personal donde se le hacen varias preguntas. En función de la respuesta se lo ubica en el modelo transteórico de Prochaska que tiene cinco etapas que van desde aquel paciente que sabe que fuma, le gusta y sigue fumando hasta aquel que dice 'hoy dejo de fumar'. A esa persona es al que se lo ayuda.
Tras la entrevista se pone una fecha que será la que implicará el puntapié para dejar de fumar. "Se usa una fecha puntual porque emocionalmente se ayuda con esa recuerdo como por ejemplo el día del cumpleaños de un hijo o un aniversario. Son estrategias para batallar este problema que es la adicción a la nicotina", agregó.
Cuando los profesionales detectan que el paciente tiene esta decisión, se le entregan siete parches por semana por dos mes. Luego se lo cita para una nueva entrevista para así ver cómo lleva el problema, si va con fracaso o qué pasó y se lo acompaña. El parche tiene nicotina, dura 24 horas y se lo coloca en la piel. Los químicos que éste tiene van a los receptores del cerebro con el fin de disminuir el síndrome de abstinencia.
Los parches actualmente se entregan de manera gratuita en cuatro centros de salud. Dos están en Capital (Centro de Salud Alfonso Barassi en calle Matias Zavalla y San Lorenzo en el barrio del Carmen; y Centro de Salud Las Margaritas en calle Agustin Gómez y Ramón Diaz), uno está en Rivadavia (Centro de Salud Rodríguez Pinto en Calle centenario 627 sur) y uno en Rawson (Centro de Salud René Favaloro, CARF La Rotonda, en Calle Tierra del Fuego s/n)
En cada centro de salud se ha dado alrededor de 100 cajas con 22 parches cada una. Por ahora no hay números que indiquen cuánta gente se piensa alcanzar con este plan y si bien es una prueba piloto, tampoco se tiene definido la cantidad de tiempo de duración.
"Esto hay que medirlo y no se puede decir en dos meses si fracasó o no. hay que medir que respuesta tiene la población a la convocatoria. Se mide en el tiempo, 1 o 2 años, se ve si el paciente respondió y si lo hizo bien. Una cosa es que venga y otro que haga el tratamiento realmente", finalizó.
- Capital
Centro de Salud Dr. Alfonso Barassi (calle Matias Zavalla y San Lorenzo. B° del Carmen)
Centro de Salud Las Margaritas (calle Agustin Gómez y Ramón Diaz)
- Rivadavia
Centro de Salud Rodríguez Pinto (Calle centenario 627 sur)
- Rawson
Centro de Salud René Favaloro, CARF (La Rotonda) (Calle Tierra del Fuego s/n)
