Hace poco menos de un mes, el reconocido historiador y amante de la vida Edgardo Mendoza, envió a la Feria del Libro en Buenos Aires su último trabajo investigativo llamado "Fascinado por las Malvinas", en el cual relata vinculaciones originarias del comercio entre Francia y el Río de la Plata.
"El libro es la continuación de mi tesis de la Maestría en Historia que hice hace 35 años atrás. Yo trabajé el origen del comercio entre Francia y el Río de la Plata. Fui a los archivos franceses y pude encontrar que este comercio se estableció hace más de 300 años, en documentos de franceses. Esa fue mi maestría y fue un viaje sin retorno", contó Edgardo Mendoza a Diario La Provincia.
"Mi título me hizo vivir momentos muy gratos, empecé a hacer cosas que me satisfacían mucho. Me enamoré de una alumna, me casé, tuve hijos, me compré una casa, planté un árbol, leí muchísimos libros. Y mi trabajo de investigación llegó hasta ese momento de la historia, pero la actividad comercial siguió y había que sostenerla por estos caminos", añadió.
Pero la producción de su última gran investigación no le fue nada fácil. Edgardo desde hace unos años sufre los achaques del cáncer que poco a poco fueron dejándolo sin poder caminar.
"Escribir este libro me costó muchísimo, no desde el punto de vista intelectual ya que los documentos estaban en mi poder y solo debía ordenarlos. Pero sí me costó físicamente, con muchísimo dolor. Me levantaba, tomaba algún calmante y me daba para escribir unas 300 o 400 palabras y ya quedaba “nocaut” hasta el día siguiente", recordó el historiador.
Pero así fue avanzando la cosa y el libro se presentó en La Feria del Libro en Buenos Aires, de la mano de su gran amigo Marcelo Lima, en el stand de San Juan.
"A partir de ahí yo me vine abajo estrepitosamente, estuve muy mal, aunque ahora estoy reponiéndome y me quedé con la presentación del libro en Buenos Aires, acá todavía no pudimos hacer nada. El trayecto mayor que más debo hacer es ir hasta el baño y son exactamente sólo 16 metros, y eso me cuesta mucho. Denme unos años más que me reponga y me cure y presentamos el libro", bromeó Edgardo.
Y agregó que "darle batalla a mi enfermedad es mi concepción de la vida. La vida es algo tan hermoso y te pone tantas cosas lindas y esas cosas siempre pasan por el trabajo y por la realización. Ahora que paso muchas horas en cama pienso mucho, miro al mandarino que tengo frente a mi ventana, veo como florece y como crecen los frutos, siempre aprovecho esas cosas lindas de la vida", dijo con una gran sonrisa en su rostro y que tanto lo caracteriza.
Siempre con buen humor y eternamente agradecido de vivir, el querido Edgardo Mendoza señaló que la vida cambia y junto con ella los sueños de las personas. En este caso, se ve sumergido en nuevos proyectos, pero atado a su condición física, que al fin de cuentas es eso lo que lo hace seguir.
"En cuanto a las metas por cumplir y objetivos por alcanzar puedo decir que solo hice el 0,5 por ciento de todo lo que soñé en la vida (risas). Yo siempre fui una persona a la que le ha gustado mucho caminar, y ahora no puedo caminar, me falta una pierna prácticamente. Si hace 10 años me hubieran preguntado de mis objetivos habría dicho ir a la Cordillera, volver a Francia, recorrer mi viejo barrio, las cosas que uno quiere. Eran proyectos relacionados con caminar", agregó.
"Como ahora no puedo caminar tengo proyectos de otro tipo como leer, ver mucho cine, ver muchas imágenes, reflexionar, conversar mucho con mi mujer. Tengo proyectos que están muy relacionados con mis hijos. Cambiaron los proyectos, ya no están relacionados con caminar porque no puedo pero en eso estamos, siempre sacándole provecho a la vida que de eso se trata", aseguró.
Referido a eso, Mendoza sueña con mejorar su salud y finalmente poder presentar su libro en la provincia que tanto quiere, ya que considera que éste puede ser un pequeño granito de arena en la causa sobre Malavinas. Más allá de todo, la huella que deja en San Juan y en el país sobresale gracias a sus obras y su personalidad amable y abierto a todo.
"Lo que dejo en la sociedad responde no a lo que yo quiera sino a una regla general histórica. Yo creo que todo el trabajo que uno hizo, suponiendo que hizo bien las cosas, lo que uno aporta, en un avance en los temas, después vendrán otros que lo van a mejorar. Yo trabajé mucho el Cruce de Los Andes, escribí, lo recorrí, hice videos y canciones, lo sigo para atrás y para adelante pero ya está, creo que no puedo dar más en ese tema".
Y añadió: "yo me sentiría muy satisfecho si la gente analiza lo que yo hice y dice '¡uy! Acá Edgardo avanzó un poco más' y mañana vendrán otros que digan 'qué lindo lo que hizo Edgardo pero esto lo podemos mejorar más todavía'. Pero es algo que tiene que ver con la ciencia histórica, nadie hace un trabajo definitivo".
Por último, fiel a su personalidad, Edgardo Mendoza resaltó el valor de la vida social como herencia de su trabajo, y aunque aceptó que muchas cosas quedan por delante, acepta su trabajo como parte de la cultura sanjuanina.
"Creo que en la vida personal he tenido muchas satisfacciones, pero a nivel social muchos fracasos. Eso no quiere decir que en un futuro no mejoremos en ciertos aspectos, por eso siempre voy a estar poniendo un granito de arena. Yo creo que este es mi trabajo, nadie me obligó a trabajar en eso, yo lo elegí y ya que estamos metidos en el baile, tratamos de hacerlo bien", finalizó.
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