En cajas o envueltas en papel. En los últimos meses, la venta de empanadas se ha popularizado en varias esquinas transitadas del Gran San Juan. Familias enteras, en muchas ocasiones, salen a comercializar este producto hecho en casa y a valores que son, muchas veces, accesibles. La escena se repite de la mano de la difícil situación económica que transitan algunas familias. Sin embargo esta comercialización pone sobre el tapete la pregunta ¿qué tan higiénica es su elaboración? y ¿su preservación al momento de vender?
En este escenario, desde Bromatología de Salud Pública salen a controlar pero con un limitante muy importante: no se puede clausurar ningún negocio porque los productos son elaborados en los hogares no en centros comerciales.
"Hacemos controles pero no los sacamos de la vía publica. En algunas ocasiones vamos al lugar donde se elabora pero hay veces que no nos dejan pasar porque son casas de familia", explicó a Diario La Provincia, Raúl Tomba desde Bromatología quien señaló que "no se los puede sacar de la venta" porque significa cerrarle las posibilidades laborales y de ingreso económico.
En este escenario señaló que se hacen multas en algunas ocasiones por falta de ropa, certificado de condiciones de salubridad y capacitación. La multa la decide el juez en función de las diferentes condiciones.
