El próximo 17 de abril se cumplirá un año desde que Lorena Bustos de 34 años, fue víctima del “Sátiro de San Martín”, un hombre que la golpeó brutalmente con intenciones de abusar de ella. Si bien no logró su cometido, después del ataque, Lorena sufrió un infarto cerebral que la dejó cuadripléjica.
“Al día de hoy ya maneja su tronco y controla el ir al baño, ya no usa pañales tampoco. Está alimentándose con alimentos procesados, esperando su alta. La próxima semana ya tiene turno para sacarle la traqueotomía y la gastrostomía”, contó Gema Bustos, hermana de la víctima, a Diario La Provincia.
Esta mañana, su hermana recibió, en un acto realizado por el Ministerio de Desarrollo Humano, una silla eléctrica que permitirá la movilidad de Lorena, junto con un nebulizador que es el mismo que la mujer utiliza en la clínica de Córdoba.
La silla cuenta con cargador que permite 3 o 4 días de uso ininterrumpido, además de uso manual en caso de no tener electricidad para cargarla. Tiene varias posiciones para la comodidad de la paciente. Su modelo avanzado permite la modificación del tamaño, tanto en ancho como en el apoyapiés, para mayor comodidad.
El nebulizador también es eléctrico, y es el mismo que utilizá Lorena en su tratamiento. Lo que hizo el personal encargado de facilitarle los elementos, fue viajar a Córdoba para conocer lo que la joven necesitaba y así brindarle lo mismo en San Juan.
El hecho que le marcó la vida
Al momento que la joven sufrió el accidente cerebral, su situación fue complicada y los médicos determinaron su cuadriplejia de por vida. Lorena tuvo que ser trasladada a Córdoba, dejando a sus 4 hijos en la provincia. “La hija más chica de Lorena está con nosotros. Cuando le pasó eso a su mamá tenía 1 año, ahora tiene 2, ya camina y es muy traviesa”, contó la tía de la pequeña.
Los hijos más grandes de Lorena, que tienen 18, 16 y 10 años optaron por vivir con su padre biológico y hasta la actualidad están con él. “La bebé ha visto a su mamá, la llevamos varias veces a Córdoba y nos sorprendemos como busca siempre a su madre. Si bien era muy chiquita cuando le pasó eso a Lorena, siempre que ve a su madre la reconoce y se conectan perfecto”, dijo Gema.
Inmediatamente que a Lorena se la llevaron a Córdoba, su madre se mudó con ella para acompañarla en su tratamiento médico. “Para nosotros fue un antes y un después ya que esto modificó la rutina diaria de todos. Si bien ella ya está mucho más recuperada, sabemos que tal vez no va a volver al 100% de lo que era. Como familia siempre esperamos lo mejor para ella. Si bien ahora viene sin poder caminar, no nos quedamos con la primera impresión. Los médicos nos dijeron que iba a quedar parapléjica, postrada en una cama, y hoy por hoy ya puede sentarse y alimentarse”, recordó entre lágrimas, Gema.
En San Juan, la joven deberá comenzar una etapa de recuperación y tratamientos que la llevarán a que pueda lograr una vida normal, con cuidados, pero lo más parecida posible a lo que era antes.
“Con la ayuda de Dios los milagros existen y ella tal vez puede volver a caminar. Esperamos que, seguro con dificultades, va a poder tener una vida normal. Anímicamente está bien, aunque tiene altibajos. Hay días que está bien y se ríe y otros que la vemos un poquito más triste. Pero acá estamos la familia unida esperándola”, concluyó su hermana.
Galería de fotos
