Retamito es una localidad sarmientina ubicada hacia el sur de la provincia, en la frontera con Mendoza. Allí viven aproximadamente 30 familias, quienes, le profesan su fe a la Virgen del Valle de Retamito en una capilla.
A mediados de noviembre habían roto una pared para llevarse la ventana con su marco, grifería, candelabros, baldes con pinturas (que se habían comprado para la remodelación), y algo todavía más indignante, un cáliz.
No pasaron ni tres meses y volvieron a ingresar para robar lo poco que quedaba, esta vez, hasta los inodoros. "En donde está la capilla, no hay nada. Son 300 o 400 metros sin nada alrededor. Lamentablemente, se presta para que hagan desastres. Es más el daño que hacen. Después del gran robo, se llevaron inodoros. Incluso picaron para llevárselos, seguro que se les rompió cuando lo sacaron, no creo que les haya servido", contó a Diario La Provincia la coordinadora de la capilla Silvia Gonzalez.
Saben que debido al costo, y a que recién la familia más cercana se encuentra a 400 kilómetros, no sería conveniente poner rejas. "Esta semana intentaré reunirme con el intendente para pedirle un módulo habitacional. Es necesario porque estaría para cuidar algo que es muy importante. Hay dos o tres familias que necesitan, que no tienen dónde vivir y que estarían dispuestas a cuidar y limpiar la iglesia, solo a cambio de un lugar", agregó Silvia.
La mujer asegura que no es la única carencia que sienten en este pequeño pueblito en el que viven entre 30 y 40 familias. "Nos sentimos muy abandonados. Tengo un pueblo al lado, a 8 kilómetros, al que viene el médico todos los días, al otro pueblito va dos veces por semana, acá no viene nunca. Hay gente mayor, chicos, señoras embarazadas que necesitan atención, necesitamos también de esa asistencia. La semana pasada vi a una señora embarazada, haciendo dedo y subiéndose a un camión para ir a hacerse un control", sentenció Gonzalez.
